España refuerza la bioseguridad tras el brote de peste porcina africana en Cataluña

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02/12/2025 - 08:08
Una zona infectada por la peste porcina africana

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La reciente detección de peste porcina africana (PPA) en jabalíes en Cataluña ha encendido las alarmas en toda la cadena del sector porcino. Aunque este virus no supone un riesgo para la salud humana, su alta capacidad de contagio entre cerdos domésticos y fauna silvestre amenaza seriamente la producción y el transporte de animales en España.

Preocupación del sector del transporte de animales

La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) Animales Vivos ha advertido del impacto que el brote de peste porcina africana podría tener en la movilidad de animales y en las operaciones comerciales, tanto dentro como fuera de España. La organización recuerda que el transporte es un eslabón crítico en la prevención, ya que la enfermedad puede propagarse a través de animales infectados, restos orgánicos, materiales o vehículos que no se hayan desinfectado adecuadamente.

Para reforzar la bioseguridad, la confederación ha elaborado una guía con instrucciones específicas que incluyen:

  • Guardar los vehículos en naves cerradas, lejos de espacios al aire libre.
  • Desinfección completa del interior y exterior antes de cada viaje.
  • Revisión frecuente de los vallados de las áreas donde se estacionan los vehículos para evitar la entrada de fauna silvestre.
  • Paralizar cualquier carga si se detecta un síntoma compatible con la enfermedad en la explotación de origen.

CETM se mantiene en coordinación con el Ministerio de Agricultura y con el Departament d’Agricultura de la Generalitat para asegurar la correcta aplicación de estas medidas y luchar contra el brote de peste porcina africana.

Pacma señala a la caza y al modelo de ganadería intensiva por la propagación de la peste porcina africana

Tras el brote confirmado en Cataluña, el Partido Animalista Pacma ha señalado que ciertas prácticas del sector cinegético y el modelo de macrogranjas contribuyen a la expansión del virus de la peste porcina africana. Según la formación, actividades habituales como el manejo de restos de caza, el traslado de animales entre fincas o la interacción entre jabalíes y zonas humanizadas generan condiciones que favorecen la transmisión.

Pacma también critica la alimentación suplementaria que algunos cotos emplean para aumentar la población de jabalíes, lo que genera una densidad artificial y peligrosa de fauna silvestre. A su juicio, la “sobrepoblación” no es un fenómeno natural, sino un efecto directo del modelo de gestión cinegética vigente.

El partido animalista también ha puesto el acento en la fragilidad de las explotaciones intensivas. La concentración de miles de animales y el continuo movimiento de cerdos entre granjas constituyen, según Pacma, un caldo de cultivo para enfermedades como la PPA.

Entre los factores que menciona destacan:

  • Transporte frecuente sin controles suficientemente estrictos.
  • Gestión deficiente de los residuos.
  • Posible contacto entre explotaciones y fauna silvestre.

Todo ello, subraya, convierte a la industria porcina en un sector que necesita “cambios urgentes” en materia de bioseguridad para evitar la aparición de brotes como el de la peste porcina africana.

Petición de mayor control y reformas profundas

Tanto en el ámbito ganadero como en el cinegético, Pacma pide que las administraciones lleven a cabo una revisión profunda del modelo actual. Exigen:

  • Medidas más estrictas y verificables en las granjas.
  • Controles rigurosos en el transporte y movimiento de animales.
  • Limitaciones severas a las prácticas cinegéticas que concentran y manejan fauna silvestre.

Según la formación, solo una estrategia integral y coordinada permitirá frenar la expansión de la peste porcina africana y evitar nuevos focos en el territorio.

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