Nuestro cerebro llega a sufrir alteraciones cuando tenemos un 'crush' o amor platónico. La química cerebral se activa haciéndonos reaccionar de formas poco racionales.
Según Ágata Asensi, nuestro cuerpo cuenta con tres cerebros, y esos necesitan estar conectados armoniosamente para poder funcionar y movernos por el mundo que nos rodea.