Amazonía en peligro: defensores ambientales exigen justicia climática global

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14/11/2025 - 16:30
Participantes en el encuentro de FAE Social

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Un grito de alarma resonó en Madrid: "Sin justicia climática no hay paz". Representantes de comunidades indígenas de la Amazonía peruana, líderes de Iglesias del Sur Global y expertos en incidencia europea se han unido en un llamado urgente para exigir la "protección real de los defensores ambientales y justicia ecológica" ante la inminente Cumbre del Clima, COP30, que se celebrará este mes en Brasil.

El encuentro informativo, convocado por la Federación Agustiniana Española (FAE Social), concluyó que "la crisis climática no es solo ambiental, es una crisis de derechos humanos que exige respuestas urgentes y estructurales". Este diagnóstico subraya la necesidad de abordar la emergencia ecológica desde una perspectiva de justicia climática.

Voces del sur global por la justicia climática

María Luz Canaquiri, líder indígena del pueblo Kukama y reciente ganadora del prestigioso Premio Goldman 2025 –el "Nobel Verde"–, compartió la devastadora realidad que asola las comunidades del río Marañón en Perú. "Para nosotros los pueblos originarios, el río es sagrado, es como un padre que nos da el agua para beber, nos da el pescado para comer", expresó con dolor.

Tras más de 50 años de explotación petrolera en su territorio, las consecuencias son catastróficas: derrames constantes y agua contaminada con metales pesados que superan los límites permitidos. La líder indígena denunció el impacto directo en la salud de su población: "Las mujeres sufren abortos, algunos niños nacen con malformaciones, sin algunas partes del cuerpo". Además, alertó sobre la pérdida de biodiversidad, costumbres ancestrales y el alarmante aumento de la criminalización de defensores ambientales que se oponen a esta destrucción.

Fray Jaazeal Jakosalem, Agustino Recoleto y Presidente de Arcores Internacional, presentó el significativo llamamiento pastoral conjunto de las Conferencias Episcopales de Asia, África, Caribe y América Latina, titulado 'Un llamamiento por la justicia climática y a la casa común'.

"Sin justicia climática no hay paz. Sin conversión ecológica no hay futuro. Sin escuchar a la gente, a las indígenas, no hay soluciones reales", proclamó el religioso, sentando los tres pilares del posicionamiento eclesial ante la COP30. Fray Jaazeal relacionó directamente la lucha por la justicia climática en la Amazonía con el sufrimiento en Asia, citando el reciente tifón devastador en Filipinas y las inundaciones provocadas por industrias extractivas. La Iglesia rechaza categóricamente las "soluciones falsas que eluden la raíz del problema", promoviendo en su lugar "la sobriedad feliz y la conversión ecológica".

Corporaciones y el colapso: La raíz de la desigualdad

El llamamiento pastoral también denuncia que el colapso ecológico –que incluye el cambio climático y la destrucción de comunidades indígenas– es un "catalizador de profundas crisis sociales, desatando la migración forzada y la profundización de las desigualdades entre el norte y el sur global".

Marta Isabel González, de Enlázate por la Justicia y representante de la Plataforma por Empresas Responsables, aportó una perspectiva crítica sobre la responsabilidad de las corporaciones y los recientes retrocesos legislativos en Europa. González presentó casos emblemáticos de violaciones empresariales, como el colapso de Rana Plaza en Bangladesh (2013), calificado como "homicidio industrial masivo", y el desastre de Brumadinho en Brasil (2019) por un vertido tóxico minero.

Ante estos hechos, destacó la importancia de la "diligencia debida", un concepto que obliga a las empresas a identificar, prevenir, mitigar y reparar las vulneraciones de derechos humanos y medioambientales en toda su cadena de valor. "Cuando estas noticias nos llegan aquí, nos preocupa que cuando vamos a comprar un producto no esté manchado de sangre", afirmó, conectando el consumo en el Norte Global con las tragedias en el Sur.

Aunque su "intuición" es que la COP30 se centrará más en los mercados de carbono, dejando de lado los temas de responsabilidad empresarial, la experta confió en que las organizaciones religiosas y de la sociedad civil "intentarán trabajar por la reparación de los daños, por las cuestiones de adaptación al cambio climático y por la identificación y prevención de riesgos", elementos cruciales para avanzar hacia la justicia climática.

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