Los israelíes reclaman el fin inmediato del conflicto, con atención en los rehenes

En medio de una guerra que ya lleva casi dos años, voces dentro de Israel claman por la paz, a pesar de enfrentar rechazo y violencia. Amit Halevy, una activista pacifista y descendiente de sobrevivientes del Holocausto, representa a quienes luchan por detener el sufrimiento tanto de israelíes como de palestinos, en un país dividido entre el cansancio, la preocupación por los rehenes y la profunda polarización política y social.

La lucha por la paz en medio del conflicto en Israel

Desde que comenzó la guerra en Gaza hace casi dos años, Amit Halevy ha enfrentado agresiones en Israel solo por pedir paz. En varias ocasiones la han insultado, apedreado y atacado mientras protestaba pacíficamente con un grupo de mujeres vestidas de blanco. Llevaban carteles con mensajes simples como “paz”, “compasión” y “seguridad nutricional” en varios idiomas. A pesar de su calma, recibieron insultos violentos, incluso deseos atroces, mostrando la profunda división en la sociedad israelí.

Amit, descendiente de sobrevivientes del Holocausto, siente que las acciones de su país en Gaza son una repetición de horrores históricos, una “nazificación” del presente. Sin embargo, cuenta que dentro de su familia algunos están empezando a cuestionar la guerra. Ella puede expresar abiertamente su dolor y sus críticas, y su padre, aunque se pregunta por las acciones de Hamás, reconoce la necesidad de detener la violencia que está matando a cientos de civiles, incluidos niños.

La preocupación hacia los rehenes israelíes en Hamás

Aunque el número de israelíes que se preocupan por el sufrimiento en Gaza ha crecido, sigue siendo una minoría. Según encuestas recientes, más del 60 % considera que el sufrimiento de los civiles palestinos no debería influir mucho en las decisiones del gobierno sobre la guerra. Para muchos, la principal preocupación es la situación de los rehenes israelíes que todavía están cautivos de Hamás.

Desde que Hamás atacó Israel en octubre de 2023, matando a más de mil personas y tomando cientos de rehenes, el conflicto ha escalado y ha causado más de 54.000 muertes en Gaza, con una gran proporción de niños víctimas.

Sin embargo, un “muro de negación” bloquea la empatía en Israel y en los rehenes. Muchos desconocen las historias detrás de las cifras y nunca han visto imágenes de los niños muertos o heridos, que algunos activistas han comenzado a mostrar para despertar conciencia.

Cansancio y divisiones en Israel

El apoyo a la guerra entre israelíes ha ido disminuyendo con el tiempo. Hace un año, pocas personas cuestionaban la campaña militar, pero ahora el cansancio y la frustración crecen. Muchos reservistas en el ejército están agotados, algunos rehusando seguir sirviendo por razones éticas o personales. Varias encuestas muestran que una mayoría prefiere un acuerdo de alto el fuego, especialmente para lograr la liberación de los rehenes.

No obstante, las divisiones políticas y sociales permanecen. Quienes apoyan al primer ministro Netanyahu sostienen que la guerra debe continuar hasta destruir a Hamás y evitar futuras amenazas, incluso si eso implica prolongar el sufrimiento.

Otros piden el fin inmediato del conflicto, argumentando que la violencia está costando demasiadas vidas sin lograr objetivos claros y sin poner a salvo a los rehenes, independientemente del bando que sea.