Durante los últimos 25 años, alrededor del 40 % de las especies de interés pesquero en el Mediterráneo han cambiado su distribución debido a fluctuaciones climáticas, según un estudio del IEO-CSIC.
El cambio climático amenaza la pesca española y global, dando lugar a la posible desaparición de especies de pescado. La baja en consumo de pescado impacta economía y nutrición.
Los nutrientes disponibles en los productos del mar podrían disminuir para los países tropicales de bajos ingresos a finales de este siglo si no se reducen las emisiones de gases que calientan el planeta.
El informe anual 'La acuicultura en España 2023' de la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar) predice un aumento del 10% en la producción de peces marinos en España en comparación con 2022.
En la carta se hace un llamado para apoyar los medios de vida locales en las comunidades costeras, y se sugiere reemplazar las subvenciones de la pesca industrial y la acuicultura por la pesca artesanal y la acuicultura sostenible.