Durante los últimos 25 años, alrededor del 40 % de las especies de interés pesquero en el Mediterráneo han cambiado su distribución debido a fluctuaciones climáticas, según un estudio del IEO-CSIC.
Un descubrimiento crucial para la conservación de serpientes, que enfrentan amenazas como la deforestación y la caza furtiva. Además, tiene implicaciones en el tratamiento de mordeduras de serpiente y en el potencial biomédico de su veneno.
Un equipo de investigadores descubrió una nueva especie de mosasaurio en Japón en 2006, llamada Wakayama soryu, también conocida como el "dragón azul de Wakayama".
Las especies indicadoras son organismos que reflejan cambios en su entorno actuando como señal temprana de alteraciones ambientales, como el cambio climático, la contaminación o el desarrollo humano.