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Las herramientas digitales que se han ido implementando poco a poco en las aulas, han servido de gran ayuda para bandear situaciones como las provocadas por la pandemia, o mejorar los entornos de aprendizaje. Sin embargo, también han generado desigualdades, como el de la brecha tecnológica en el caso de algunas familias que no pueden acceder a estos recursos, o en el caso de los niños y niñas con discapacidad visual.
Javier Hernández, un padre que vive de muy cerca esta situación, ha lanzado una petición a través de Change.org, en la que pide que todas estas herramientas digitales y contenidos que se utilizan en el sistema educativo actual, sean accesibles para los estudiantes ciegos también. Esta solicitud ya ha recibido el respaldo de un total de 66.241 personas y objetivo es hacer llegar esta demanda a la ministra de Educación Pilar Alegría, para que se tome cartas en el asunto.
Las herramientas digitales de los colegios deberían ser accesibles
Es extraño pensar que con el desarrollo tecnológico con el que contamos, aún existan herramientas digitales que no sean accesibles para todos. Por eso se exige al Ministerio de Educación, que se garantice dicha accesibilidad en todos los libros y aplicaciones que presenten las editoriales, por que de lo contrario, “de nada sirve hablar de inclusión educativa si ni siquiera las herramientas más básicas son accesibles“, criticó este padre.
Un reclamo que tiene bastante sentido, sobre todo si tenemos en cuenta que la introducción de estas herramientas digitales es cada vez más amplia. Los alumnos ahora “tienen que manejar libros digitales, aplicaciones, páginas web y contenidos que no se pueden leer con los lectores de pantalla diseñados para personas con discapacidad visual”, comenta Hernández. “Las imágenes de los libros digitales tampoco están descritas”, prosiguió, por lo que los niños con discapacidad visual se pierden esta información.
Este padre denuncia además que, tanto las herramientas digitales que se promueven desde los servicios públicos como los privados, son igual de inaccesibles. Tanto las comunicaciones del centro como el contenido, en las plataformas no cuentan con ningún tipo de alternativa para personas ciegas, por lo que su hija “no puede leer nada de la información que allí está colgada”. Algo que contradice las nuevas leyes para favor la inclusión e incluso la nueva Ley de Educación, según denuncia Hernández.
La tecnología como herramienta, no como barrera
“La tecnología en muchas ocasiones ayuda a las personas con discapacidad, pero en este caso está privando a nuestros hijos con discapacidad visual de una inclusión educativa, de tener autonomía y de poder estudiar en los centros como el resto de sus compañeros”, y es precisamente esta la dicotomía con la que se están encontrando estas herramientas digitales que tendrían que servir como apoyo y no como barrera para el aprendizaje. “Señora ministra, pido que obligue a las editoriales a que se cumpla la ley”, concluyó Hernández.
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