La olas de calor afectan al cuerpo, al cerebro y al comportamiento

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21/07/2023 - 10:30
Termómetro

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Las olas de calor representan un grave peligro para la salud humana, y su impacto se agrava si ocurren de manera repetida. Cuando las temperaturas superan los 35 grados Celsius con alta humedad, pueden surgir riesgos para la salud. Si las temperaturas llegan a los 40 grados, incluso con niveles bajos de humedad, también pueden ser peligrosas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hasta inicios del siglo XXI, más personas morían debido al frío que por el calor en España. Sin embargo, a partir del verano de 2003, las olas de calor han sido responsables de más víctimas mortales que el frío en el país.

Efectos del estrés térmico en el cuerpo

Cuando las altas temperaturas persisten durante un período prolongado, el efecto del estrés térmico en el cuerpo se agrava, afectando diversos órganos y funciones vitales.

Según Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), los grupos más vulnerables, como personas mayores y personas con enfermedades crónicas, son particularmente afectados, lo que puede resultar en desregulación metabólica, fallos multiorgánicos o incluso una muerte prematura.

El impacto de la deshidratación en la salud

Las olas de calor y la sudoración excesiva pueden llevar a la deshidratación.

A medida que el cuerpo humano trata de mantener su temperatura central alrededor de 37 grados Celsius, se abren vasos sanguíneos cerca de la piel para liberar calor y se inicia la sudoración. Sin embargo, la pérdida continua de líquidos, especialmente en condiciones de alta temperatura, puede llevar a una deshidratación que daña los riñones, afecta la función cognitiva y provoca hipotensiones y desmayos debido a la vasodilatación.

Impacto en el comportamiento y la cognición

Varios estudios han demostrado cómo el calor afecta la cognición y el comportamiento humano. Un estudio realizado por Harvard en 2016 reveló que durante las olas de calor, los estudiantes que no disponían de aire acondicionado mostraron una reducción del 10 % en el número de respuestas correctas por minuto y un aumento del 13 % en el tiempo de reacción.

Otro estudio realizado en 2006 en oficinas demostró que la productividad de los trabajadores disminuía un 9 % cuando las temperaturas se acercaban a los 29 grados Celsius.

Además, cada grado por encima de la temperatura óptima reducía en un 1 % el aprendizaje, según una investigación basada en exámenes oficiales realizados durante 13 años en Estados Unidos.

Peligro del calor nocturno y vulnerabilidad

El calor nocturno representa un riesgo aún mayor, especialmente para personas con una salud más débil.

Las noches tropicales, que ocurren consecutivamente, pueden afectar seriamente a personas vulnerables. Jorge Olcina, catedrático de Geografía y responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, explica que cuando las noches son cálidas y no permiten descansar al cuerpo humano, los efectos de las olas de calor se acumulan y pueden empeorar a lo largo del tiempo.

Aunque los humanos pueden adaptarse a temperaturas extremas, el calor generalmente es menos tolerado que el frío. Es esencial cuidar especialmente a grupos vulnerables, como ancianos y bebés, que tienen un mayor riesgo de sufrir daños graves debido a las altas temperaturas. Personas que toman medicamentos crónicos, como diuréticos e hipotensores, también deben ser vigiladas para evitar la deshidratación y reducir los efectos adversos del calor.

Las olas de calor tienen un impacto significativo en la salud humana, y se requiere tomar medidas de protección para garantizar el bienestar de las personas durante estos eventos extremos. La prevención y cuidado adecuado pueden ayudar a minimizar los efectos negativos en la salud y evitar consecuencias graves.

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