La zona del Guadalquivir, más concretamente el parque de Doñana, ha comenzado a sufrir una sequía imparable. La actividad humana, como la caza de aves acuáticas, ha hecho estragos en el medio ambiente y en el hábitat.
La justicia europea, debido a las extracciones de agua subterránea ilegales en Doñana ha sentenciado a España por incumplir la Directiva de Marco del Agua.