Hay que saber cómo encontrar al mejor abogado para el conflicto a defender

Enviado por Sharon Arispe el Mié, 27/07/2022 - 12:21

En principio, pensamos que cualquier profesional de la abogacía puede ayudar en la defensa del conflicto que afecta a una parte, sin embargo, dentro del ejercicio de la profesión existen multitud de especialidades para las que los abogados se han formado, con el objetivo de ofrecer su conocimiento en esa rama del derecho y aportar las máximas garantías a sus clientes, desde el conocimiento y la experiencia.

Cuando alguien ve perjudicado algún interés legal y precisa del asesoramiento de un buen abogado o abogada, previamente, debe hacer un ejercicio de búsqueda de aquellos que puedan ofrecerle más garantías por su formación académica y experiencia en el ejercicio de sus funciones. No vale, si lo que se precisa es hacer valer la justicia a favor, contratar al primer profesional sin tener en cuenta su cartera de servicios o su conocimiento exhaustivo de la materia para la que se le requiere.

Por eso, debido a la amplia oferta que existe en el mercado de la abogacía, sería muy conveniente realizar un listado con aquellos que cumplen más requisitos y, una vez elaborada esta lista, ir matizando y realizando un pequeño casting hasta encontrar al más idóneo. Vamos a poner un ejemplo, se pueden necesitar abogados de Barcelona debido a que ha podido surgir una merma de intereses en una empresa de la que se es responsable. Para esto, lo primero que habría que valorar es cuáles son los mejores abogados mercantiles y de administración concursal en la capital catalana, para que resuelvan con solvencia el caso en cuestión.

Consejos para elegir a un buen abogado

Ya se ha indicado que hay que elaborar una lista, por lo que una vez se tenga ese listado, habría que ponerse en contacto con algunos profesionales que parezcan tener más solvencia y experiencia, lo que será la siguiente fase. En esa primera toma de contacto estaría bien preguntar por la titulación específica en la materia del conflicto a resolver, así como los casos de éxitos y la proporción de los mismos.

Hay que saber que en la experiencia de un abogado pueden existir prácticas adquiridas que pueden significar la diferencia entre el éxito o el fracaso, por esa razón, es vital elegir al mejor. También es posible contactar con el colegio de abogados al que pertenezca el letrado, para cerciorarse de su expediente y de que podrá cumplir con las expectativas curriculares con las que se presenta.

Está solo o cuenta con asesoría complementaria

Igualmente, es importante que el abogado elegido sea experto en la materia, así como que cuente con una red de colaboración de otros compañeros de profesión multidisciplinar, con el objetivo de resolver dudas e incrementar así sus posibilidades de éxito, cuando por alguna situación o contratiempo, precise de ese apoyo. Además, que pueda disponer de esa red será óbice de su capacidad de diálogo, de su capacidad para seguir aportando en la resolución del conflicto y su interés por el cliente, al asegurarle con sus servicios una amplitud transversal en materia jurídica.

En cuanto a los honorarios que perciba, debe existir máxima transparencia, es obvio que un buen abogado o bufete hay que pagarlo, pero como cliente debes saber cuáles son los importes que se pagan, y ser consciente, con claridad y en todo momento de que la relación precio-servicios son las adecuadas. Evitar sorpresas posteriores de que por menos cantidad económica, otros grandes profesionales hayan podido ejercer la defensa que se necesitaba, debe ser una preocupación de todo profesional de la abogacía y esa honestidad también servirá para determinar el más conveniente.

Las exigencias que debemos pedir a un buen abogado

El listado puede ser interminable, pero es preciso destacar las principales exigencias que se deben pedir a un abogado tras su contratación. En primer lugar, es imprescindible que trabaje con la máxima solvencia, con el fin de proteger los intereses de su cliente. En esta misma línea, se le pedirá eficiencia económica y que las partidas que sean precisas, se gasten de manera adecuada. La comunicación entre cliente y abogado debe ser fluida, por lo que es conveniente que el abogado atienda las llamadas telefónicas y los correos electrónicos que remitan sus interesados; también, debe tener puntualidad en los encuentros que se precisen.

Por último, un buen abogado debe ser previsor y tener una gran estima de su tiempo, eso debería servir para que las acciones de las que tenga que encargarse salgan adelante con exactitud y de manera correcta. Y también, se le debe agradecer que los consejos que haga a su cliente permitan ampliar otras opciones, además de la de utilizar la vía judicial, lo que en muchas ocasiones, evitará situaciones adversas desagradables.

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