Un estudio en ‘Current Biology’ revela que las arañas engañan a las luciérnagas macho atrapadas en sus redes, haciéndolas emitir señales de hembras para atraer a más machos y alimentarse de ellos.
Este colectivo se encuentra con barreras a diario que les impide desarrollar su vida por completo, el gran problema: el simple hecho de salir a la calle.