Esta es la clave que marcará la sentencia del caso Julen

Enviado por GNDiario el Mar, 26/02/2019 - 13:26

La versión de David Serrano, dueño de la finca de Totalán donde falleció el pequeño Julen, se contradice con la inspección ocular que hizo la Guardia Civil al llegar al lugar y  apunta a que no había rastro de bloques de hormigón cerca de la boca del túnel por donde cayó el menor.

Así se encontró la Guardia Civil el pozo al llegar a la finca de Totalán

David Serrano ha asegurado en varias declaraciones públicas y ante la Guardia Civil que el pozo estaba tapado por dos bloques de hormigón que él mismo colocó, llegando a asegurar que "se había escurrido entre los dos bloques y había desaparecido".

El pocero asegura que dejó sellado el pozo con una gran piedra y el dueño de la finca lo desmiente y asegura que fue él quien colocó los bloques.

Diario Sur ha accedido al atestado en el que los agentes describen cómo estaba el terreno: a 17,5 metros de la boca del pozo encontraron restos de ceniza junto a dos bloques de hormigón.

"Entre esa zona y el pozo se encuentran cuatro sillas de plástico apiladas junto a una mesa, otras dos sillas apiladas que tienen bolsas con botellas de agua, vasos de plástico y una bolsa de aperitivos, y otra silla de las mismas características sobre la cual se encuentra una sartén con dos asas y resto del preparado de una comida", explican.

La versión del dueño de la finca

"El pozo se encuentra abierto y sobre mismo se halla instalado un trípode para facilitar las labores de inspección en el interior del pozo con equipos técnicos montado por los bomberos y agentes de la Guardia Civil que estaban realizando labores de localización y rescate del menor. No observándose en sus proximidades ninguna piedra o bloque de hormigón de los que, según testimonios, tapaban la boca del pozo".

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