Estamos en época de crisis. Hay generaciones de trabajadores que solo conocen un contexto de crisis. Uno de los ejemplos más actuales es si has nacido entre los 80 y los 90. Los estudiantes abarrotaban las aulas pero, entre la crisis de los 90 y el boom inmobiliario de 2008 nos hemos movido. Justo cuando algunos políticos aventuraban una recuperación de la crisis, nos ha golpeado una crisis todavía más grande. Además de afectar a millones de trabajadores, esta crisis ha afectado directamente al sector sanitario.
Miles de trabajadores en España son estudiantes. Estos estudiantes progresan entre el Grado, Másteres… Cada etapa tiene ciertas horas de prácticas pero, las empresas se valen de que esos recién graduados o licenciados todavía pueden tener un contrato de prácticas hasta 2 años después, cuando caducan todos los convenios que podrían firmarse entre empresa y trabajador.
Las empresas encontraban atractivo contratar estudiantes
Las empresas han estado durante años contratando becarios. Eso no sería lo peor, lo peor es que las compañías les han malpagado ya que del sueldo de un trabajador veterano que, podría rozar la jubilación se han sacado 2 o 3 sueldos. Es decir, a estos nuevos trabajadores les cuesta dinero ir a trabajar porque, no pueden hacer su propia vida como hicieran sus padres a su edad.
Sin embargo, la reforma que pretende mantener el Ministerio de Trabajo quiere acabar con ello. Tal y como han apuntado, si en la actualidad estos no podían ser inferiores a seis meses ni exceder los dos años, ahora se establecen tiempos distintos en función del tipo de trabajador: para los que tengan certificados de profesionalidad el periodo no podrá ser superior a los tres meses; asciende a seis para los títulos de formación profesional y equivalentes; y a un año para los universitarios. Como marco general, ninguna persona podrá estar contratada en prácticas en la misma o distinta empresa por un tiempo superior a un año, lo que reduce a la mitad el margen que se contempla actualmente.
La segunda reforma es que los contratos de formación dual se pueden realizar solo en menores de 25 años. El secretario confederal de UGT, Fernando Luján, ha asegurado que “Tenemos que dar alguna respuesta a los jóvenes, porque no es aceptable que ahora mismo tengan una tasa de desempleo del 40 %”.
Todos los contratos pasan por un registro público
Todo tipo de contratos deben formalizarse por escrito. Si el estudiante consigue superar el contrato de prácticas, la empresa pasará a hacerle indefinido. Las empresas que se encuentren en proceso de regulación de empleo no podrán acogerse a estas modalidades y quienes lo hagan deberán inscribirse en un registro público en el que figurarán también las personas contratadas.
Una de las mayores separaciones entre sindicatos, empresarios y Gobierno es el asunto de la duración de los contratos. Desde la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) aseguran que no son reacios a trabajar “con la parte sistemática que proponen los sindicatos”, pero no “con la sustancial”. Además, apuntan, sin detallar expresamente a qué medidas se refieren, que “hay otras cosas inasumibles” que seguirán estudiando.
¿Qué tipo de contrato realiza el empresario según la empresa que sea?
Tres de cada cuatro contratos de formación se realizan para empresas cuya plantilla no supera las 25 personas. El 59 % de ellos se celebran para desempeñar ocupaciones elementales. Los sindicatos lamentan la mala utilización de los tipos de contrato por parte de las empresas: “Los contratos de formación no han funcionado hasta ahora porque se han infrautilizado”.
También destacan que esta modalidad de contrato ha sido muy utilizada para obtener subvenciones y cuando ya se tienen, el contrato se ha extinguido.