La poliomielitis o polio es una enfermedad infecto-contagiosa que afecta el sistema nervioso central

Desde principios del siglo pasado, la poliomielitis fue un virus recurrente. Sacudió a la población infantil española entre 1956 y 1963. Provocó graves discapacidades físicas en 12.000 niños y causó alrededor de 2.000 muertos.

Los ciudadanos pintaban con cal los árboles y baldeaban las calles con acaroina o lavandina (ya que se suponía que el virus estaba en el aire). Los niños iban al colegio con una bolsa de alcanfor colgando del guardapolvo.

Los miles de afectados por la poliomielitis sufrieron diversos grados de discapacidad

Familiares y amigos de los afectados de poliomielitis se sumaron a la rehabilitación. Con criterios paternalistas y desde una óptica de 'rehabilitación física', nacieron infinidad de instituciones dedicadas al tema.

La necesidad de tratar y rehabilitar a la avalancha de casos generó un enorme trabajo de médicos. Actualmente solo se siguen dando brotes en Afganistán, Nigeria y Pakistán.

Lo más doloroso de todo es que se podría haber evitado

Por aquel entonces ya se habían descubierto dos vacunas efectivas que erradicaban el virus: la vacuna inyectable Salk y la vacuna Sabin oral. Sin embargo, las autoridades franquistas no hicieron ninguna campaña de vacunación gratuita al alcance de toda la población. Sólo los más próximos al régimen o con recursos económicos se pudieron beneficiar de ellas.

En la actualidad, los sobrevivientes de la polio luchan para dar a conocer la negligencia de la dictadura y denunciar la injusticia de una democracia que no ha reconocido su sufrimiento.

¿Qué es la poliomielitis?

La poliomielitis o polio es una enfermedad infecto-contagiosa que afecta el sistema nervioso central. Puede causar inflamación del cerebro y de las neuronas motoras de la médula espinal, llegando a causar atrofia muscular, parálisis, parálisis permanente, deformidad y hasta la muerte. Los afectados son principalmente niños.

Esta enfermedad se transmite de una persona a otra por vía oral, ya que el virus se transporta en el agua o con los alimentos contaminados con materia fecal de otra persona infectada. Al llegar al intestino el virus se multiplica y se excreta, propagándose entre unos y otros. Aunque es una enfermedad infecciosa, puede combatirse y evitarse con la vacunación.

Cada 24 de octubre se realizan campañas que pretenden concienciar y ayudar a erradicar la polio en el mundo en el Día Mundial de la Poliomelitis

La fecha escogida es un tributo y celebración al nacimiento de Jonas Salk,el investigador estadounidense que hizo posible el desarrollo de la vacuna que logró prevenir esta enfermedad.

Después de diversas teorías y avances en el área científica, John Franklin Enders logra, en 1949, cultivar el virus que causa la polio, lo que le permitió a Jonas Salk desarrollar una vacuna inyectable que resultó ser efectiva. Posteriormente, otro científico de nombre Albert Bruce Sabin complementó el trabajo para que esta vacuna fuese administrada vía oral. Hoy en día la conocemos con el nombre de trivalente.

En 1979, Rotary inició un proyecto destinado a administrar vacunas en Filipinas, logrando beneficiar a más de seis millones de niños. Seis años después, lanzó la campaña internacional denominada Polio Plus, buscando con ello recaudar 120 millones de dólares en la lucha contra la enfermedad.

En 1988, por iniciativa de Rotary, y conjuntamente con la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades se lanzó la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio. Posteriormente se unieron otros organismos como la Fundación Bill y Melinda Gates.

Gracias al trabajo de estas organizaciones, artistas y voluntarios, la polio se ha erradicado en la mayoría de los países, pero sigue siendo endémica en algunos países como Pakistán, Afganistán y Nigeria, aunque en este último no se han registrado nuevos casos.

Las campañas para vacunar a los niños contra la poliomielitis deben continuar

Es necesario que todos ayudemos según nuestras posibilidades, ¿por qué? Porque todavía existen familias que no vacunan a sus hijos o países que no han logrado disminuir o erradicar esta terrible enfermedad.

Podemos ayudar informándonos, recurrir al "boca a boca" para comentar entre familiares y vecinos lo importancia de vacunar a nuestros hijos. Y si nos es posible tenemos la posibilidad de donar, grabar vídeos y concienciar. Todos podemos contribuir a erradicar esta enfermedad.