El Gobierno de la Generalitat decretó el 12 de marzo el cierre de la población barcelonesa de Igualada, de 70.000 habitantes donde se ha detectado un foco incontrolado de coronavirus. Además ha cerrado tres municipios aledaños: Santa Margarida de Montbui, Vilanova del Camí y Òdena.
La Generalitat cerró ese día Igualada donde había confirmados a fecha de 13 de marzo un total acumulado de 209 positivos desde que se declaró el brote, de los que 6 personas estaban graves y 24 fallecieron.
Mientras tanto, desde Bruselas Puigdemont decía que: “La decisión de mantener Madrid abierta es una grave irresponsabilidad”. Añadió: “Cada hora cuenta. Su concepción radial del Estado es anacrónica, ineficiente y peligrosa”. Y apostilló: “Sabemos pocas cosas del virus, pero ya ha quedado demostrado que aislar los focos principales tiene resultados positivos".
Días después, en concreto el 17 de marzo, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, reclamó por carta, a Pedro Sánchez, que autorizase el confinamiento domiciliario en Cataluña y exigió que mandase a su comunidad autónoma material de protección para los profesionales del sector sanitario y los agentes de policía.
Para que esta resolución pudiese tener efecto, y ante la declaración del estado de alarma, era necesaria la autorización del Ejecutivo central, algo que ya había reclamado. "Dado que todavía no hemos recibido respuesta de ningún tipo a la citada petición, me veo obligado a reiterarle, con especial insistencia, nuestra solicitud, a la vista de la evolución en Catalunya de la crisis sanitaria que padecemos".
En esa misma carta, Torra reiteraba a Sánchez que necesitaba una respuesta, "que entendemos que no puede ser otra que una respuesta positiva, a fin de comenzar a implementar el confinamiento en los términos descritos en la resolución" y para dejar sin efectos la resolución de la Generalitat que limita la salida de personas de los municipios de Igualada, Vilanova del Camí y Òdena, "dado que al haberse equiparado la situación sanitaria de este territorio con la existente en el resto de las comarcas de Catalunya, deja de ser efectiva y, por tanto, sólo contribuye a dificultar la situación cuotidiana de los ciudadanos afectados".
Pasan los días, y llegamos al 19 de marzo. En esta jornada la Consejería de Sanidad de Cataluña anunciaba que en esas últimas horas, habían muerto en la comunidad un total de 27 personas como consecuencia del coronavirus COVID-19, lo que elevaba en ese momento el total de fallecidos a 82, todas ellas con patologías previas.
Sobre Igualada
Ese mismo día la Consejería de Sanidad indicaba que había acumulados 207 positivos de coronavirus. De ellos, siete personas estaban graves y 24 han muerto. Además, destacaba que de los 207 contagiados en esta localidad, 91 son profesionales sanitarios.
De forma paralela, el Gobierno de Cataluña puso en marcha una APP: “StopCovid19Cat”. El 19 de marzo, 170.000 personas volcaron información de su estado de salud en la citada herramienta.
Siguiendo con este orden cronológico, hemos comenzado el mes de abril con una oleada de nuevas personas afectadas por COVID-19 en Cataluña. El Departamento de Salud señala que se han confirmado 2.616 nuevos casos positivos de coronavirus y han fallecido 1.672 personas.
En el caso de Igualada, desde la Consejería se indicó que ya hay un total acumulado de 586 positivos desde que se declaró el brote. De ellos 152 son sanitarios y 67 personas han muerto.
Hospital de campaña
El alcalde de Igualada Marc Castells, anunció que han empezado las obras para convertir el complejo deportivo de las Comes en un hospital de campaña con capacidad para 100 camas y ampliable y que podrá estar listo entre el lunes o martes de la próxima semana. Todavía no está operativo.
La UME en Cataluña
Ante la presencia de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en País Vasco y Cataluña, esto supuso un recelo por parte de los líderes políticos en ambas Comunidades Autónomas.
En este contexto, la ministra de Defensa ha garantizado que las Fuerzas Armadas no van a "regatear" ningún esfuerzo "en ningún lugar del país". "No se conocen fronteras", ha insistido dejando claro que los militares se desplegarán en todas las partes del país que sea necesario.
A su juicio, "no es comprensible" que ninguna comunidad autónoma quiera anteponer sus intereses políticos a la salud de todos los ciudadanos y las Fuerzas Armadas llevarán a cabo su tarea sin atender a límites geográficos "para ayudar a la ciudadanía en cualquier parte".
Según han ido pasando los días, la situación en Cataluña, y en concreto en Igualada se agrava, y con ello, la tensión y malestar por parte de los colectivos sociales, donde se pide la intervención de la UME, ante una ola que parece no tener fin.
Desde los geriátricos catalanes no se escatiman críticas a la gestión de Torra. Las asociaciones empresariales del sector alertan sobre el incremento de los contagios en los centros, la elevada mortalidad y, también, sobre la falta de personal. Algunos rozan una situación de desatención. La dirección de diversos geriátricos ha pedido auxilio a la Unidad Militar de Emergencia (UME) del Ejército.
Igualada también es una de las zonas más afectadas. Dos geriátricos en Capellades y Olesa de Montserrat, próximos a Igualada aunque fuera de la zona de confinamiento, acumulan más de 25 muertes.
Según informan medios locales, la consejería de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias se resiste a autorizar la entrada de la UME en 40 residencias de personas mayores dependientes de la administración autonómica. Los responsables de estos centros han solicitado ayuda externa, en este caso a la Unidad Militar de Emergencias para desinfectar las residencias. Ante esta situación y la información que publica el diario Crónica Global, el gobierno de Cataluña, no tiene constancia de estas peticiones.
Por su parte, la Delegación de Gobierno, negoció con los representantes políticos de esta comunidad para flexibilizar la situación. Horas después, quedó autorizada la entrada de la UME en 17 residencias para ejecutar labores de limpieza.