Al cumplir la mayoría de edad, las personas con discapacidad con un grado igual o superior al 65 % pueden solicitar ayudas económicas: la prestación por hijo a cargo o la pensión no contributiva.
La CUME está pensada para cuidar a hijos de hasta 26 años que necesitan atención constante y permite reducirse la jornada laboral al menos un 50 % sin reducir el sueldo.