¿Por qué tu bebé no gatea?

Enviado por Ana Ruiz el Sáb, 03/10/2020 - 10:00

Gatear es un clásico desarrollo del movimiento en los niños que precede a los primeros pasos del bebé y que aporta ventajas, como el entrenamiento de la coordinación de movimientos.

Si tu bebé no gatea, esto no implica ningún freno en el desarrollo del niño.

Un niño gatea entre los 7 y los 10 meses de edad, pero no todos los bebés lo hacen

El gateo es una manera particular de desplazarse de los bebés que recuerda al modo de hacerlo de los cachorros y que es la antesala de los primeros pasos, que se producen entre los doce y los quince meses de edad.

No se considera patológico el hecho de que un bebé no gatee, ni existe evidencia científica sobre por qué unos lo hacen y otros no. Por lo tanto, no hay que preocuparse si el pequeño no muestra ninguna intención de desplazarse a ga​tas. De hecho, esta habilidad puede estar marcada por ​el carácter del niño. Si el bebé es un poco "perezoso", no verá la utilidad de gatear.

Gatear podría facilitar el caminar y la coordinación de movimientos

Si tu hijo gatea o no gatea, no es un problema. En cualquier caso, para favorecer su desarrollo motor en sus primeros meses, es conveniente intentar estimular al niño dejándole sentado o boca abajo sobre una almohada rodeado de algunos juguetes.

Esto no sólo se hace para estimularle a gatear, sino también para fomentar su independencia y la coordinación de sus movimientos.

El gateo puede resultar un buen entrenamiento para ejercitar brazos y piernas y ganar confianza a la hora de que el bebé se suelte a andar. Sin embargo, los padres no se tienen que obsesionar si su bebé no gatea.

Hay que considerar que cuando un bebé gatea, puede haber riesgo de accidentes domésticos. De este modo, conviene prevenirlos con pautas como cubrir los enchufes o asegurarse de que no coja objetos pequeños del suelo, como monedas, que pueda ingerir o acceso a lugares donde pueda caerse.

Beneficios de gatear

Expertos publican en El País, un listado de beneficios que adquieren los niños que gatean. En concreto, Sonsoles París, fisioterapeuta y directora de la Clínica Sarua afirma que:

  1. Mejora la visión espacial. Favorece el desarrollo visual, ya que ayuda a establecer el enfoque ocular o la distancia entre mano y ojo y el manejo de las tres dimensiones espaciales.
  2. El gateo facilita la disociación entre ambos hemisferios cerebrales, lo que repercutirá en una adecuada destreza del niño cuando empiece a caminar.
  3. Estabiliza la musculatura del tronco y aumenta la resistencia para desarrollar posteriormente el equilibrio.
  4. El gateo ayuda a desarrollar destrezas manuales del niño.
  5. Mejora la adecuada actividad de las funciones gastrointestinales.

Pero si tu bebé no gatea, no te preocupes, alrededor de un 20% de niños sanos no gatean y no existe una causa que lo explique

Hay niños que practican otras variantes del gateo, como arrastrarse, porque los niños se mueven sentados en el suelo y remando o impulsando el cuerpo con los brazos, pero también hay otros que gatean apoyando una rodilla y un pie.

También se puede dar el caso de bebés que después de comenzar a caminar vuelven al gateo. Esto no debe ser visto como un problema. Si ha vuelto al suelo, es porque, probablemente, aún no estaba del todo preparado para andar.

Si el bebé no gatea pero muestra otros movimientos corporales, no hay de qué preocuparse.

Motivos para estar alerta

Hipertonicidad

La hipertonicidad o la rigidez de las piernas puede obstaculizar seriamente la movilidad del niño. Esto ocurre cuando sus músculos están demasiado apretados.

Músculos débiles

Los bebés con músculos débiles pueden tener más dificultades para mover su cuerpo. Si notas que tu bebé está luchando para mantenerse boca abajo o no puede quedarse en una posición, quizás necesite ejercicios de fortalecimiento muscular.

No solo tarda en gatear

Si el bebé hace todo lo que se espera para su edad, menos gatear, no hay de qué preocuparse. Sin embargo, si hay otras cosas que también le cuesta, lo mejor es consultar inmediatamente con un médico.

Por lo general, no hay por qué preocuparse si el bebé no gatea, pero siempre es bueno estar atento y quitarse todas las dudas con un especialista.