El tamaño del cerebro puede influir en el riesgo de demencia. Un estudio reveló que los cerebros de las personas nacidas en los años 70 son más grandes, lo que podría proteger contra esta enfermedad.
Científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison logran crear un tejido cerebral funcional con impresión 3D, potencialmente revolucionario para tratar enfermedades neurodegenerativas.
Investigadores de la Universidad de Stanford usaron inteligencia artificial para diferenciar escáneres cerebrales de hombres y mujeres con alta precisión.
La actividad cerebral se intensifica en los momentos previos a la muerte, incluso en personas con demencia. Estudios muestran que estos episodios de lucidez pueden ocurrir antes del fallecimiento.