¿Alguna vez te has preguntado por qué Annabelle te resulta tan aterradora? o ¿por qué no podías ver Chucky de pequeño? Sí, es cierto que son películas de terror y que es normal que den miedo, pero no es una casualidad que utilicen la mítica figura de la muñeca para infundirlo. La pediofobia es la responsable de que un elemento como una muñeca, que en principio puede parecer bastante inofensiva e incluso que forma parte de nuestros juegos de la infancia, de repente se convierta en la protagonista de una de nuestras peores pesadillas.
No es una novedad que el cine o las series, utilicen elementos comunes del entorno y que los conviertan en algo magnifico o aterrador. Otro ejemplo de algo similar son los payasos, con películas como 'It', o las arañas, tan habituales en escenas cuanto menos incómodas. Pero ¿son las películas las que nos generan estos miedos o solo se aprovechan de ellos? Esto es como preguntar qué fue primero, si el huevo o la gallina. Es posible que sufras de pediofobia desde antes de ver Chucky o puede ser que gracias a él la tengas.
Pero... ¿Qué es la pediofobia?
Como la propia terminación de la palabra indica, se trata de una fobia, es decir, de un miedo normalmente irracional. La Pediofobia pone nombre al miedo concreto que se siente por las muñecas o muñecos. Una fobia no es como un miedo cualquiera, normalmente genera en quien la sufre, una situación muy elevada de estrés que puede derivar en ataques de ansiedad o incluso de pánico.
En muchas ocasiones, se les resta importancia porque tienen que ver con elementos bastante comunes de nuestro entorno, como en el caso de la pediofobia con las muñecas. ¿Quién no ha jugado con alguna en algún momento? o los payasos, que se suponen que están ahí para hacernos reír, no para hacernos llorar. Sin embargo, las fobias no deben tomarse a la ligera porque pueden llegar a dificultar, de forma muy severa, la vida de las personas que las sufren, incluso paralizarlas en los casos más graves como es el de la agorafobia (miedo a los espacios abiertos o concurridos).
¿Cuáles son las principales causas?
Como el caso del huevo y la gallina, la causa subyacente de la pediofobia aún no está clara. Ya que puede haberse visto desencadenado por un evento traumático, como ver una película de terror para la que no estábamos preparados, algún otro tipo de accidente relacionado con muñecos e incluso una historia aterradora que nos sugestiona y no hace que veamos de la misma forma a esa muñeca de porcelana que tu abuela aun conserva.
Por otro lado, se ha visto que las fobias pueden darse incluso en un entorno familiar, lo que puede significar que tenga un componente genético o de aprendizaje. Sin embargo, aún queda mucho trayecto de investigación para determinar unas causas fiables sobre por qué podemos tener este problema.