El separatismo aprovecha el Clásico para incendiar Barcelona

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19/12/2019 - 07:34
Imagen de la quema de contenedores durante la noche de disturbios en Barcelona | Europa Press

Lectura fácil

En la noche de este miércoles volvieron los disturbios violentos a Barcelona. Esta vez no ha sido tras una sentencia judicial como la del procés en el mes de octubre, sino por un evento deportivo. De nuevo las barricadas con contenedores incendiados, las cargas policiales, las carreras y la dispersión de los antidisturbios de los Mossos d’Esquadra tratando de mantener la seguridad.

Así, los cuerpos de seguridad de Cataluña tuvieron que defenderse de los ataques incluso con disparos de foam. Todo ocurrió sobretodo en los alrededores del Camp Nou, donde se agolpaban los radicales a la espera del final del Clásico disputado por el FC Barcelona y el Real Madrid que se saldó con un empate a cero.

Noche de fuertes disturbios de nuevo en Barcelona

Ya era medianoche cuanto aún seguía ardiendo mobiliario urbano en varios puntos del distrito de Les Corts que acabó con diez detenidos. Además, medio centenar de personas fueron asistidas por los servicios médicos de urgencias. Entre los atendidos se encontraban dos Mossos d’Esquadra que resultaron heridos de gravedad. La noche dejó 13 hospitalizados en total.

Al parecer, los cuerpos de seguridad contemplaban múltiples escenarios de cara al encuentro de La Liga de fútbol del miércoles. Sin embargo, acabar con disturbios tan violentos era el menos previsible. Los Mossos habían movilizado para la jornada a la totalidad de sus antidisturbios. De hecho, toda la Brigada Móvil que debía encargarse de controlar los exteriores del estadio.

Esta intensa jornada empezó con plena normalidad cuando los dos equipos llegaron al hotel en el que se alojarían en la Ciudad Condal. En cambio, dos horas antes de la hora del esperado encuentro, los cuatro puntos marcados por la plataforma Tsunami Democràtic empezaron a llenarse de gente.

La plataforma de Tsunami Democràtic aviva el fuego independentista

Entorno a las siete de la tarde se los manifestantes que protestaban bajo el paraguas de la consigna “Spain, sit and talk!” con los aficionados culés. Barajan que habría en total unas cinco mil personas. A todo esto, voluntarios repartían los carteles azules alargados, característicos de Tsunami Democràtic.

Así, poco a poco se fueron formando grupos a las puertas del Estadio con aficionados a la espera de que se abriesen las puertas del Camp Nou para poder entrar. A la hora de la apertura de puertas se intervinieron pelotas de playa, máscaras con la cara de Messi, así como otros artilugios. Todo esto retrasó los accesos.

Gran despliegue policial en Barcelona

El dispositivo especial desarrollado por los Mossos D’Esquadra, la Policía Nacional, la Guardia Urbana y la Guardia Civil, puso en la calle a 3.000 efectivos para velar por la seguridad. Aquí no se cuenta la seguridad privada que también fue necesaria para asegurar el correcto desarrollo del evento.

Los cortes de calles previstos se iniciaron a primera hora de la tarde, para evitar el tráfico en la zona y facilitar tanto las protestas organizadas como su desempeño sin incidentes. A las 16.00h estaban convocadas las movilizaciones organizadas por Tsunami en tres puntos estratégicos cercanos al Camp Nou. 

Se calcula que unas 7.000 personas apoyaron la iniciativa, con el lugar de concentración más multitudinario situado en la Avenida de Juan XXIII, por donde debían pasar los autobuses de sendos equipos. Durante las horas previas al partido apenas hubo incidentes.

Barcelona vivió el Clásico tiñendo de negro sus calles

Una vez comenzado el partido, las cosas comenzaban a complicarse en el exterior. El primer brote de violencia fue un enfrentamiento entre activistas del Tsunami y un grupo de los Boixos Nois. Se enzarzaron en uno de los posibles escenarios complicados que también temían los Mossos d’Esquadra

En resumen, el Clásico se desarrolló de la mejor forma posible dentro de las posibilidades. Había que tener en cuanta la gran dificultad a la que se enfrentaban los distintos cuerpos de seguridad. Sin embargo, fue inevitable contar con graves enfrentamientos y la quema de contenedores. Anoche, Barcelona volvió a rememorar una de las escenas más angustiosas desde el pasado mes de octubre tras conocerse la sentencia definitiva del procés.

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