El PSOE ha presentado una propuesta en el Congreso para reducir el consumo de agua embotellada. Entre sus medidas destacan la instalación de fuentes públicas de agua potable y campañas de concienciación.
Un estudio publicado en BMJ Global Health concluye que el agua embotellada no es necesariamente más segura ni saludable que el agua de grifo, ya que puede contener sustancias químicas dañinas, como microplásticos.