Un total de 140 personas han fallecido por ahogamiento no intencional en los espacios acuáticos españoles, la cifra más baja desde 2015, año en que comenzó la serie histórica, tal y como informó la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
Es el dato ofrecido para el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 31 de julio. En 2018 murieron 186 personas, frente a las 191 de 2020.
Andalucía es la comunidad autónoma que más muertes suma en lo que va de año, con 27, seguida de la Comunidad Valenciana y Cataluña, donde se registraron 24 en cada una, Canarias (14), Baleares (10), Galicia (9), Extremadura (7), Comunidad de Madrid y Castilla y León (5 en cada territorio), Región de Murcia (4), Aragón, Castilla-La Mancha y País Vasco (3 en cada comunidad) y La Rioja y Melilla (1). Asturias, Cantabria, Navarra y Ceuta no han registrado ahogados en los primeros siete meses de 2021, según recoge Servimedia.
En 2020 la Federación informó de un total de 300 casos.
La mayoría son casos de hombres y se producen en espacios sin vigilancia
El perfil del bañante que muere por ahogamiento en España es la de un hombre (80 %), de entre 18 y 25 años (14,3 %) o mayor de 65 (40,8 %), de nacionalidad española (39 %), que fallece en una playa (54 %) o en un espacio sin vigilancia (94 %), principalmente entre las 12.00 y las 14.00 horas (20,4 %).
Un tercio de todas estas muertes se produjeron en julio, con 49 en total, 10 de ellas en en Cataluña. Le siguen Andalucía y Baleares, con 7 y 6 casos respectivamente.
¿Qué hacer ante un accidente veraniego?
La formación en primeros auxilios podría prevenir muchos fallecimientos. A modo de recordatorio de lo que este diario publicó en junio de este año, y según médicos expertos, los primeros cinco minutos son vitales para reanimar al individuo. Para hacerlo de forma posterior a los accidentes hay que comprobar si el enfermo es consciente de las señales verbales. Si no contesta, "hay que pellizcar levemente en el hombro" para comprobar si responde con gestos o gruñidos al dolor. Lo más importante es llamar cuanto antes al 112 (Emergencias).
En caso de no encontrar pulso en la persona afectada, es momento de hacer una reanimación cardio pulmonar (RCP). En caso de no tener formación específica, los expertos recomiendan seguir la regla de '30 compresiones torácicas, 2 insuflaciones en la boca'. Para ello, hay que comprimir el pecho entre cinco y seis centímetros, con unas pulsaciones de 100 – 120 por minuto.
Esta acción debe continuar entre 15 – 20 minutos y nunca rendirse antes de los 40 minutos. Si hay un desfibrilador cerca lo mejor es seguir las recomendaciones de un experto.
Cruz Roja organiza diferentes cursos para formar a ciudadanos que deseen estar preparados para enfrentarse a una posible situación de asistencia.