El consumo de fármacos durante la pandemia de COVID-19 disminuyó en todo el mundo, especialmente los antibióticos y los antinflamatorios no esteroideos.
Aunque la situación respecto a la escasez de antibióticos a mejorado, la AEMPS monitoriza la producción, el consumo y los niveles de incidencia de ciertas enfermedades.