Tortura: un crimen de lesa humanidad

Enviado por Ana Ruiz el Dom, 26/06/2022 - 10:30

El Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura se proclamó en el año 1997 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El objetivo de este día es el apoyo a todas las víctimas de la tortura además de perseguir y conseguir erradicar de una forma total esta acción infrahumana.

Lamentablemente, en la actualidad hay numerosos casos de tortura, por ello, con la conmemoración de este día, se busca el máximo apoyo para las víctimas.

La tortura destruye la personalidad de la víctima y desprecia la dignidad intrínseca de todo ser humano

A pesar de la prohibición absoluta de la tortura según el derecho internacional, persiste en todas las regiones del mundo. Las preocupaciones sobre la protección de la seguridad nacional y las fronteras se utilizan cada vez más para permitir la tortura y otras formas de trato cruel, degradante e inhumano.

Sus consecuencias generalizadas a menudo van más allá del acto aislado sobre un individuo, ya que puede transmitirse de generación en generación y conducir a ciclos de violencia.

Las Naciones Unidas han condenado desde sus comienzos su práctica por ser uno de los actos más aborrecibles que los seres humanos cometen contra sus semejantes

La tortura se considera un crimen en el derecho internacional. Está absolutamente prohibida en todos los instrumentos internacionales y no puede justificarse en ninguna circunstancia. Esta prohibición forma parte del derecho internacional consuetudinario, lo que significa que es vinculante para todos los miembros de la comunidad internacional, aun si un Estado no ha ratificado los tratados internacionales en los que se prohíbe explícitamente. Su práctica sistemática y generalizada constituye un crimen contra la humanidad.

El 26 de junio es una oportunidad para pedir a todos los interesados, los Estados Miembros de las Naciones Unidas, la sociedad civil y los particulares, que se unan en apoyo de los cientos de miles de personas que en el mundo entero han sido víctimas de torturas o que todavía hoy son torturadas.

Para recuperarse de la tortura se requieren programas especializados de rápida actuación. El trabajo de los centros de rehabilitación y de las organizaciones especializadas de todo el mundo han demostrado que las víctimas pueden hacer la transición desde el horror a la curación. El Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura , administrado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra es una herramienta humanitaria única y universal que proporciona asistencia directa a las víctimas de la tortura y a sus familiares dondequiera que se produzca la tortura. El Fondo, creado en 1981 con el mandato de apoyar a las víctimas de la tortura y a sus familias, celebra este año su cuadragésimo aniversario. El Fondo canaliza contribuciones voluntarias a organizaciones de la sociedad civil que prestan servicios jurídicos, sociales, humanitarios, psicológicos y médicos. Los beneficiarios incluyen a defensores de los derechos humanos, personas privadas de libertad, niños, niñas y adolescentes, personas refugiadas y migrantes, víctimas de la desaparición forzada, pueblos indígenas, víctimas de violencia sexual y de género y personas LGBTI, entre otros. El Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura acepta donaciones.

Hoy en día, las víctimas de la tortura, desgraciadamente siguen existiendo, y por ello necesitan de nuestra ayuda y de las instituciones y gobiernos para que esta cruda realidad cese de inmediato.

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