Entre un 30 % y un 40 % de los cerca de 20.000 a 25.000 bomberos forestales en España engrosan estos días las listas del paro al ser despedidos tanto por el Gobierno central como por las comunidades autónomas tras la temporada de riesgo alto de fuegos.
Así lo denunciaron este lunes en una rueda de prensa en Madrid los responsables de bomberos forestales de los sindicatos UGT, Ángel Rubio; CCOO, Carlos Martín; y CSIF, Agustín Angulo.
Rubio apuntó que los bomberos forestales están “totalmente quemados” y “exhaustos” tras un “verano fatídico” que ha contribuido a que este año hayan ardido más de 260.000 hectáreas (el peor verano desde 1994) y se hayan declarado 55 grandes incendios forestales (cuando calcinan al menos 500 hectáreas), que han aglutinado el 82% de la superficie afectada.
Los bomberos forestales se han dejado la piel y hasta la vida apagando los fuegos bravos de este verano
Además, tres bomberos forestales perdieron la vida en primera línea del fuego, alrededor de 90 personas han tenido que ser hospitalizadas y unas 30.000 fueron evacuadas de sus casas. Todo ello en un contexto en el que este año está siendo el más cálido en España y el tercero menos lluvioso desde 1961, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
“España se quema y nada cambia para nosotros. El riesgo alto finaliza en la mayoría de las comunidades autónomas entre el 1 y el 31 de octubre y trabajadores de extinción de incendios forestales se van a su casa”, lamentó Rubio, quien recordó que esta situación se produce cada año sin que se realicen trabajos de prevención cuando hay riesgo bajo o medio de fuegos.
De hecho, Martín aportó algunos datos de comunidades autónomas. Así, se han quedado o van a quedarse sin trabajo estos profesionales según la autonomía:
- Más del 50 % del personal en Castilla y León.
- 160 vigilantes de incendios en Aragón.
- 800 personas en Andalucía.
- 530 en Castilla-La Mancha.
- 200 en Madrid.
- 140 en Extremadura.
- 600 en Galicia.
- n 33 % de la plantilla en la Comunidad Valenciana.
- 50 en Baleares.
- 180 brigadistas del Organismo Autónomo Parques Nacionales, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
La excepción es Cantabria, que mantiene su dispositivo de 236 profesionales durante todo el año.
Por otro lado, Rubio criticó que los dirigentes políticos pongan “excusas” para no mantener el empleo de estos profesionales y señaló que la masa forestal en España crece “a pasos agigantados” sin que sea convenientemente gestionada, por lo que se convierte en “un polvorín”.
“Nuestro medio natural ha quedado desierto de trabajos preventivos”, comentó Rubio, antes de recalcar: “No podemos estar año a año jugando a la ruleta rusa”.
Martín incidió en que el otoño es una época en la que se pueden realizar trabajos forestales preventivos, que “en muchos lugares no se realizan porque se sigue afrontando el problema de una forma reactiva”, es decir, con más recursos y personal dedicados a extinguir fuegos. Añadió que ello lleva a los bomberos forestales despedidos a buscar “otro trabajo precario”.
Por su parte, Angulo subrayó que el abandono de actividades tradicionales en zonas rurales, como la ganadería extensiva, contribuye a que aumente la “carga de combustible” de los montes.
Angulo demandó unas mejores condiciones laborales para los bomberos forestales y que no sean contratados en ocasiones como “peones de jardinería” fuera de la temporada de riesgo alto de incendios, que se reconozcan algunas enfermedades profesionales vinculadas a su labor y un mayor coeficiente reductor que facilite la jubilación.