UNICEF y la OMS despliegan una campaña de vacunación masiva contra el cólera en el noroeste de Siria en el marco de la respuesta al terremoto

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en coordinación con las autoridades sanitarias sirias, el Grupo de Inmunización de Siria (SIG) y la Alianza Global para las Vacunas (GAVI), han puesto en marcha una campaña de vacunación masiva contra el cólera en las áreas del noroeste de Siria afectadas por el terremoto de febrero.

En la campaña se emplearán 1,7 millones de dosis de vacunas contra el cólera para proteger a los niños y niñas sirias mayores de un año, especialmente quienes viven en las zonas que han resultado más dañadas por el seísmo y en mayor riesgo de sufrir laenfermedad, incluidos Sarmada, Maaret Tamsrin, Dana y los distritos de Atmeh en Idlib, y A'zaz en el norte de Alepo.

Una campaña de vacunación contra el cólera

Un total de 1.400 equipos de trabajadores sanitarios y voluntarios comunitarios ejecutarán esta campaña de diez días yendo casa por casa y llegando también a personas desplazadas que viven en campamentos, mercados y centros de enseñanza.

"La OMS advierte del aumento de las enfermedades transmitidas por el agua entre más de 2,1 millones de sirios y sirias que viven en el noroeste del país, y el riesgo está aumentando significativamente tras el devastador terremoto, especialmente en campamentos y centros colectivos", ha señalado el director de Emergencias de la Oficina Regional de la OMS para el Mediterráneo Oriental, el doctor Richard Brennan.

“La OMS y sus aliados tienen que actuar ahora para evitar más enfermedades y muertes. Como las vacunas contra el cólera se administran por vía oral, es crucial garantizar que se llegue a las poblaciones objetivo antes del inicio del mes sagrado del Ramadán, ya que la mayoría de los adultos ayunarán durante ese período", ha añadido.

"Después de tantos años de conflicto y dos terremotos catastróficos, los peligros de que las condiciones insalubres y el agua no potable ..afecten a los niños y niñas pueden parecer intrascendentes, pero sabemos que si las enfermedades transmitidas por el agua se afianzan, los efectos pueden ser desastrosos", ha recordado la directora regional adjunta de Programas de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte, Maddalena Bertolotti. "Esta campaña de vacunación es vital, ya que proporcionará una protección muy necesaria para los niños y sus familias, y ayudará a frenar la propagación de la enfermedad, que puede poner en riesgo a millones de personas", ha añadido.

Más de 50.000 casos sospechosos

Desde que se declaró el brote de cólera por primera vez en Siria el pasado 10 de septiembre, se han registrado más de 50.000 casos sospechosos en las gobernaciones de Idlib y Alepo, el 18% de ellos en campamentos de personas desplazadas internas. Durante la semana del terremoto, los casos reportados disminuyeron en un 63%. Desde entonces, se ha reanudado la vigilancia y en la última semana de febrero se informó de 1.784 casos nuevos.

Todavía existe una necesidad urgente de aumentar la vigilancia y la respuesta a las enfermedades propensas a convertirse en epidemia después del terremoto, con un enfoque concreto en la estación primaveral (cuando se ve un cambio en la circulación de patógenos).

UNICEF sigue liderando la adquisición de vacunas, la cadena de frío y todos los aspectos relacionados con la seguridad. La organización colidera además la planificación e implementación de las actividades de movilización social para la campaña de la vacuna oral contra el cólera (OCV), con objeto de crear conciencia sobre la importancia de vacunarse para mantener a las familias seguras y sanas frente a esta enfermedad.

Por su parte, la OMS está al frente de la respuesta operativa contra la enfermedad, estableciendo un grupo de trabajo y coordinando el trabajo en diversos aspectos, incluida la vigilancia y los laboratorios, la gestión de casos, la prevención y el control de la infección, la cadena de suministro, la comunicación de riesgos y la participación de la comunidad, y la OCV.

Los devastadores terremotos que golpearon el sur de Turquía y el norte de Siria el 6 de febrero dejaron más de 4.540 muertos y casi 9.000 heridos en el noroeste de Siria. Alrededor de 90.000 sirios y sirias han quedado desplazados en esa zona y muchos han encontrado refugio en campamentos superpoblados y centros colectivos improvisados. La catástrofe ha interrumpido el acceso a agua potable, saneamiento e higiene, exponiendo a la población a un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, incluida el cólera.