¿Qué está pasando con las gambas y otro tipo de crustáceos?

Las gambas, las cigalas y los carabineros son los protagonistas de muchas cenas navideñas. Pero desde el 2011 existe una recomendación por parte del Ministerio de Sanidad que dice que chupar la cabeza de los crustáceos puede tener sus riesgos.

Desde Sanidad recomiendan limitar el consumo de su carne oscura, que se concentra mucho más en la cabeza. La razón es el cadmio que se encuentra en esa parte de la gamba.

El cadmio es un metal pesado que está en el medioambiente de forma natural, y está asociado a minerales de cinc, cobre o plomo, por lo que es un subproducto inevitable en las actividades mineras relacionadas con estos metales.

Chupar gambas puede ser perjudicial para tu salud por el cadmio que contienen

Este metal puede aplicarse en muchas fabricaciones industriales, y es por ello que su liberación al medio ambiente se incrementa por la acción del hombre.

La quema de combustibles fósiles, la metalurgia, la incineración de basuras y el uso de fertilizantes a base de fosfatos y de lodos residuales, son algunas de las razones de su incremento en la naturaleza.

Pero el cadmio no tiene ningún efecto o función biológica en humanos ni en animales, y aunque su absorción en el aparato digestivo es baja, se acumula en el organismo, principalmente en el hígado y el riñón durante 10 y 30 años.

Resulta tóxico para el riñón. Se acumula principalmente en los túbulos proximales, pudiéndose dar una disfunción renal. Por otro lado, también puede causar una desmineralización de los huesos, ya sea de forma directa o indirectamente a causa de la disfunción renal.

Tras una prolongada y alta exposición, el daño tubular evoluciona de manera que se produce una disminución de la tasa de filtrado glomerular y puede llegar a provocar a un fallo renal, y a largo plazo, cáncer.

La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer ha clasificado el cadmio como un agente de la categoría 1, cancerígeno para los humanos por existir suficiente evidencia científica que lo avala.

La mayor concentración del cadmio se encuentra en los "despojos" comestibles

La alimentación es donde más se encuentra el cadmio, por eso es considerado un riesgo alimentario. Por su potencial de acumulación en hígado y riñones en los animales, los niveles más altos encontrados en alimentos se dan precisamente en despojos comestibles.

En riñones, hígado y otras partes de la casquería. Pero también se puede encontrar en niveles altos en el marisco, debido a que en muchos casos se consume el animal entero, incluidas las visceras, donde se encuentra el cadmio.

En productos de origen vegetal, el mayor contenido se encuentra en las algas, el cacao, las setas silvestres y las semillas oleaginosas.

Si nos referimos a la exposición, el grupo de alimentos que más cadmio aporta al consumo total es el cereal. Y no por tener un nivelo ato, sino por ser una parte importante de la dieta.

En el caso de los crustáceos, se consume la parte blanca y la cabeza de langostinos, gamas, cigalas, además del cuerpo de los crustáceos de tipo cangrejo, donde los niveles de cadmio son altos, ya que este elemento se acumula principalmente en el hepatopáncreas, que forma parte del aparato digestivo de los crustáceos y se localiza en la cabeza.

Las recomendaciones de Sanidad

La Dirección General de Sanidad y Protección de los Consumidores de la Comisión Europea ha publicado en su página web una nota informando sobre el cadmio que se encuentra en los crustáceos.

Además han insistido a los Estados miembros que donde exista un consumo elevado de este tipo de marisco se envíen recomendaciones de consumo debido al elevado contenido del cadmio en ciertas partes del animal.

La Comisión Europea puso en marcha un ejercicio de control del 2009 al 2010 en el que mostraron que los niveles encontrados en la carne del interior del caparazón de los crustáceos tipo cangrejo, eran muy altos y muy variables.

Los consumidores de este tipo de productos, y más ahora en fechas en las que se comen muchas gambas y mariscos, deben ser conscientes de que comer estas partes de los crustáceos puede conducir a una exposición inaceptable de cadmio, particularmente cuando el consumo es muy habitual.