El Mar Menor ya tiene respuesta a la mortandad de peces y a su crisis ambiental, y es que las aguas residuales son el foco de que este ecosistema sufra periodos que lo han dejado gravemente dañado.
Se conoce como Jardín de Nemo a los invernaderos submarinos, unas biosferas bajo el mar del norte de Italia que sirven como experimento para comprobar su viabilidad.