El incendio declarado en Porto (Sanabria, Zamora) el 14 de agosto ha devastado más de 20.000 hectáreas, obligando a los ganaderos a retirar a toda prisa a sus animales de los montes. Sin pastos disponibles, están alimentando a sus reses con pienso y paja destinados al invierno, lo que dispara los costes de las explotaciones.