Ganaderos de Sanabria luchan por salvar su ganado tras los incendios: pérdidas, ayudas e incertidumbre

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03/09/2025 - 09:42
Las reses que se han quemado y las pérdidas dejan a los ganaderos al descubierto

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En Vigo de Sanabria (Zamora), la vida de los hermanos ganaderos Jesús y José Aurelio Gómez González ha cambiado radicalmente. Hace menos de un año comenzaron a criar su propio ganado.

El incendio, iniciado en Porto el 14 de agosto, arrasó más de 20.000 hectáreas, dejando sin pastos a cientos de ganaderías que, en pleno verano, deberían tener a los animales pastando en los montes. En su lugar, deben alimentarlos con pienso y paja, reservas que estaban destinadas al invierno.

La ayuda alimentaria: necesaria pero insuficiente para los ganaderos

Según datos de la Junta de Castilla y León, hasta el 23 de agosto ya se habían distribuido 922.000 kilos de paja, forraje y pienso entre 74 ganaderías afectadas. Aunque la cifra impresiona, los ganaderos coinciden en que apenas cubre unas pocas semanas.

Jesús Gómez calcula que las 42 balas entregadas para sus 97 vacas le durarán unas dos semanas: cada día consumen tres fardos. Mientras llegaba la ayuda oficial, sobrevivieron gracias a la solidaridad de otros vecinos que prestaron parte de sus reservas.

En Doney de la Requejada, Jesús San Román y su hermana Mari Carmen, con una explotación de 380 animales, recibieron 6.000 kilos de pienso. Sin embargo, esa cantidad apenas cubre unos días: sus reses comen 24 sacos diarios de 40 kilos.

Además, critican la calidad del pienso entregado, con más paja y menos cereal, lo cual puede afectar al engorde de los animales.

La Junta ha anunciado que el suministro está asegurado solo hasta el 30 de septiembre. Después cada explotación deberá comprar alimento directamente y reclamar después el reembolso, lo que genera inquietud, ya que muchos tendrán que adelantar dinero.

Pérdidas de cabezas de ganado

A la par que se multiplican los gastos, muchos desgranan el doloroso recuento de pérdidas. Los hermanos San Román aseguran haber perdido 8 terneros y 5 vacas, además de 5 yeguas hispano-bretonas de las que aún no tienen noticias. “Aunque sea muertas, yo las quiero ver”, confiesa Mari Carmen al borde de las lágrimas.

El ganadero Andrés Gago, con más de 80 vacas adultas y 10 terneros, perdió al menos un ejemplar quemado y no ha vuelto a ver dos terneros y una novilla preñada. Como otros, ha tenido que encerrar sus reses en cercados improvisados, con depósitos y bañeras traídas de otras explotaciones para garantizarles agua.

Los testimonios coinciden en lo mismo: animales perdidos, costes disparados y la incógnita sobre en qué medida se cubrirán estas pérdidas.

Las ayudas de la Junta y del Gobierno central

En una reunión celebrada en El Puente de Sanabria, la UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) explicó a los afectados el plan de ayudas aprobado por la Junta. La medida principal es una subvención directa mínima de 5.500 euros por explotación, ampliable hasta 18.000 euros según los daños.

Además, las indemnizaciones por animales muertos se calculan conforme a los baremos de saneamiento estatal. Esto supone, por ejemplo, que a una vaca se le asignen 900 euros, muy por debajo de los 2.400 o más que cuesta en el mercado, o de los 1.000 euros de un ternero. Esta diferencia alimenta la sensación de que las ayudas son insuficientes.

Por otro lado, el Gobierno central ha declarado la zona como "catastrófica", lo que abre la puerta a fondos adicionales para la recuperación. En paralelo, la Junta flexibilizará la Ley de Montes, permitiendo el pastoreo en áreas quemadas en cuanto se regeneren, en lugar de esperar los cinco años que estipulaba la normativa. Una medida que ha sido recibida con alivio por los ganaderos.

El debate sobre la gestión forestal

Más allá de la urgencia económica, los incendios reabren un debate de fondo sobre la gestión de los montes. Aurelio González del Río, secretario general de UPA, acusa a la Junta de abandono: “Muchos terrenos son de utilidad pública y no se ha hecho mantenimiento. Donde había cortafuegos hoy crecen robles de treinta centímetros”.

Numerosos ganaderos defienden que la ganadería extensiva es la mejor herramienta para mantener limpios los montes mediante el pastoreo y reclaman recuperar el llamado Plan 42, que apostaba por integrar al ganado como parte de la prevención. “Nosotros queremos volver a aprovechar el monte, porque es lo que lo mantiene vivo”, recalca uno de los afectados.

Sobrevivir al presente pensando en el futuro

Los incendios de Sanabria, sumados a otros en Molezuelas, la Carballeda y Aliste, han dejado cicatrices profundas en el territorio zamorano. Los ganaderos intentan seguir adelante entre el dolor por las pérdidas, el incremento de gastos y la incertidumbre sobre las ayudas.

La conclusión es casi unánime: si no cambia la gestión forestal y se refuerza el papel de la ganadería, el fuego seguirá amenazando no solo los montes, sino también la supervivencia de los pueblos

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