Beber alcohol, incluso en pequeñas cantidades, puede ser muy dañino para la salud. Aumenta el riesgo de enfermedades del corazón, hemorragias cerebrales y varios tipos de cáncer.
Caminar más y a mayor velocidad reduce hipertensión arterial y riesgos cardiovasculares. La actividad física regular, accesible y sencilla, mejora la salud del corazón y previene infartos, ictus y complicaciones.