La política española nos castiga con incesantes subidas de precios

El precio del barril de crudo supera los 85 dólares, por lo que ya ha alcanzado cotizaciones superiores al covid. Las subidas de precios aprietan, y comienzan a ahogar.

Mientras tanto, el ciudadano que iba hoy a la gasolinera, se encontraba con el diésel a 1,35 euros y la gasolina por encima de 1,40. Eso, si iba a una low cost, porque en las distribuidoras premium del centro de la ciudad los precios son de escalofrío.

Las aerolíneas quiebran, la hostelería está hundida, el turismo es inexistente, pero los estratosféricos precios de la energía y de las materias primas, configuran un mundo terrible, oscuro en el que los políticos se mantienen intactos.

Las subidas de precios no dan tregua

Vivimos pendientes de los mercados energéticos y de sus excesos. El gas natural toca máximos históricos, en torno a los 100 euros el megavatio hora (MWh). Hace un año, con parte de la población mundial confinada, el gas rondaba los 15 euros y el crudo se movía en los 40 dólares. También el precio del carbón se ha doblado. Y pese al susto, las subidas de precios del gas como del petróleo, aún están lejos de los máximos alcanzados en lo que va de siglo.

La vertiginosa subida del precio de la luz presiona al Gobierno. El nuevo modelo, que entró en vigor el 1 de junio, supone la aplicación de tres tramos diarios para el consumidor, pero no ha supuesto medidas que hayan evitado que el mercado eléctrico haya registrado nuevas subidas de precios estos días.

Al gobierno le han llovido críticas, similares en forma a las que el propio PSOE, con Pedro Sánchez, o Unidas Podemos, liderada entonces por Pablo Iglesias, dedicaban a los gobiernos del PP por subir el precio de la luz.

Pedro Sánchez acusaba a Mariano Rajoy en diciembre de 2017 de “empobrecer al país” a consecuencia de las subidas del precio de la luz. 

Todavía en la oposición, el actual presidente del Gobierno defendía que el incremento de la factura eléctrica suponía un “golpe del Gobierno a las familias”. Lo incluía dentro de los precios que dependían del PP -por entonces, el partido del Ejecutivo- y reclamaba una “#RecuperaciónJusta”.

Podemos, en campaña: “Bajaremos la factura de la luz”

El 7 de noviembre de 2019, a tres días de la cita electoral de las elecciones generales de 2019, un tweet desde la cuenta oficial de Unidas Podemos defendía con el partido morado en el Gobierno “bajaremos la factura de la luz”, y añadía que pondrían “firmes a las grandes eléctricas”.   

El ex líder de Unidas Podemos Pablo Iglesias fue uno de los dirigentes más críticos respecto a las subidas de precios de la luz. También en 2017 acusaba al Gobierno de ser un “cómplice” de la “codicia” de las compañías eléctricas.

En otra ocasión, Newtral nos refresca la memoria haciendo uso de la hemeroteca: durante una manifestación frente a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) aseguró que un Consejo de Ministros que “protege a la gente” lo que debía hacer era “enfrentarse a las eléctricas” para evitar este tipo de incrementos (vía laSexta). 

El coordinador de Izquierda Unida, Alberto Garzón, también se unió a las críticas contra el Gobierno de Rajoy cuando subió la luz en el mes de diciembre de 2017

En su opinión, este incremento iba a impedir a muchos “mantener sus casas a temperaturas adecuadas”, lo que podía tener consecuencias en su salud: “Ningún Gobierno decente debería tolerarlo”, opinaba.

Durante la ola de frío que conllevó Filomena, y ya como ministro de Consumo, Alberto Garzón omitió las referencias al Gobierno cuando criticó el aumento de la factura de la luz. En paralelo aseguraba que desde Moncloa se están “buscando soluciones definitivas para una tarifa regulada”. 

Sin embargo, cuando estaba en la oposición, la propuesta de Alberto Garzón para atajar el problema era muy diferente: “¡Hay que nacionalizar!”, aseguraba en Twitter en 2017.

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