La erupción de enormes volcanes liberó unos 100.000 billones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera hace 252 millones de años, causando la mayor extinción de especies conocida en la Tierra.
Un estudio de investigadores australianos y chinos revela que un tipo de magma rico en hierro, presente en volcanes extintos, podría ser una fuente significativa de elementos de tierras raras.