Un estudio internacional reveló que desde 2002 la Tierra ha perdido grandes cantidades de agua dulce, principalmente debido al cambio climático, el uso excesivo de aguas subterráneas y las sequías extremas.
Durante la reunión del Comité de Patrimonio Mundial en París, la Unesco expresó su preocupación por la sobreexplotación del acuífero de Doñana, un espacio natural protegido.