
Lectura fácil
Durante la reunión del Comité de Patrimonio Mundial que se celebra en París, la Unesco expresó este lunes su grave preocupación por la sobreexplotación del acuífero de Doñana, un espacio natural protegido. En su propuesta de resolución, el organismo insta a España a aplicar de forma “rápida y eficaz” medidas de conservación para frenar el deterioro del acuífero Almonte-Marisma.
La organización ecologista WWF España destacó que la Unesco insiste en la necesidad de cumplir íntegramente las recomendaciones emitidas en 2020 por la propia Unesco, la UICN y Ramsar. Estas incluyen la ejecución urgente del Plan Especial de Ordenación de las Zonas de Regadío al norte de la Corona Forestal de Doñana, así como la elaboración de un Programa de Adaptación al Cambio Climático específico para la zona, ambos a cargo de la Junta de Andalucía.
Medidas para frenar la sobreexplotación del acuífero de Doñana
El organismo internacional subrayó que tres de las cinco masas de agua subterránea del acuífero continúan en mal estado cuantitativo, principalmente por la extracción excesiva de agua. Ante esta situación, reclama al Gobierno español la implementación inmediata de medidas técnicas como la evaluación de las tasas de recarga de los acuíferos y la definición de límites de extracción sostenibles, basados en un modelo hidrogeológico actualizado y accesible al público, cuya elaboración ya debería estar finalizada.
Tal como ha remarcado la Unesco, el uso del agua representa el “principal desafío” para preservar la integridad de este espacio natural, declarado Patrimonio Mundial, cuya situación se ve seriamente agravada por los efectos del cambio climático. Por ello, ha instado a la Junta de Andalucía a elaborar un Plan Estratégico que afronte los impactos climáticos esperados e incluya “metas concretas para reducir el consumo de agua”, con el fin de proteger los valores universales excepcionales de Doñana.
En este contexto, WWF España, a través de su informe El Agua que Nutre Doñana, puso de manifiesto que la gestión “insostenible” de las aguas subterráneas está contribuyendo al progresivo secado de este espacio protegido. El estudio concluye que actualmente se extrae más agua del acuífero de la que se recarga de forma natural, alcanzando un nivel de explotación del 109 %, lo que demuestra una sobreexplotación grave.
España acumula cuatro años de retraso en el Plan de Extracciones
Para revertir esta situación, España debe activar “de forma urgente” una serie de medidas, entre ellas, el Programa de Actuación contemplado en el artículo 56 de la Ley de Aguas, que debe incluir un Régimen Anual de Extracciones —también llamado Plan de Extracciones— que garantice una recarga “real y efectiva” del acuífero.
Este plan debió haberse implementado en 2021, un año después de que se declarara el acuífero de Doñana como “en riesgo de no alcanzar un buen estado cuantitativo”. Sin embargo, a día de hoy, acumula ya un retraso de cuatro años. Hasta el momento, solo se han creado las CUMAs (Comunidades de Usuarios de Masas de Agua Subterránea), un paso que la Unesco valoró positivamente.
Eliminación de riego ilegal
Entre las acciones adicionales necesarias para mejorar el estado del acuífero, se encuentra la “eliminación de todas las superficies de regadío ilegal” por parte de la Junta de Andalucía, así como el cierre de los pozos y balsas ilegales. También es crucial ejecutar las medidas de renaturalización contempladas en el Plan Marco de Doñana del Gobierno y poner en marcha las acciones incluidas en el llamado 'Plan de la Fresa', muchas de las cuales presentan un “retraso alarmante”.
Por último, la Unesco volvió a advertir a España que, si no se logra detener el deterioro del acuífero mediante acciones de conservación rápidas y eficaces, la degradación progresiva podría causar daños significativos al Valor Universal Excepcional del sitio, afectando seriamente sus características esenciales.
Añadir nuevo comentario