Durante siglos fue aliada de la vida, pero un día la lluvia empezó a envenenar, dando comienzo a una batalla científica por demostrar que el cielo también podía contaminar.
Los resultados de la investigación más grande realizada hasta la fecha sobre la presencia de sustancias tóxicas en el organismo de los europeos, reveló que está presente, especialmente en niños y adolescentes.