Análisis técnico de la crisis financiera, por Axel Forreiter

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25/02/2019 - 15:06
DAX 1

Lectura fácil

Además de alegrías y dolores de cabeza, los gráficos nos aportan un registro de nuestra historia financiera. Esta historia se escribe en tiempo real, frente a nuestros ojos, cada día. De vez en cuando, es conveniente dar unos cuantos pasos atrás y ver que figuras dejaron eventos de nuestra historia contemporánea.

Aún tenemos el recuerdo de la crisis financiera muy presente. Todos recordamos como parecía que se acababa el mundo. Parecía que estábamos viviendo momentos apocalípticos en los que los pilares de la economía occidental en la que todos vivimos se derrumbaron generando el caos.

Hoy me gustaría ver las huellas que dejó la crisis financiera en los gráficos y descubrir juntos si fue un momento de caos o si los mercados respondieron a pautas técnicas como muchos traders esperamos y confiamos que hagan.

Para este ejercicio miraré el gráfico del DAX por ser uno de los índices de referencia europeos y por ser uno de los activos que más operamos, pero os invito a que hagáis el mismo ejercicio en otros índices bursátiles.

Empecemos viendo un "mapa general" de las huellas de la crisis en el gráfico. En el gráfico vemos las diferentes fases de la crisis financiera y he añadido la burbuja de las .com, el agosto negro de la bolsa China y la elección de Trump por ser tres eventos conocidos y con impacto en los mercados.

Ahora veamos cómo se desarrolló este proceso. Para ello, podemos dividir la crisis en los 4 periodos que vemos a continuación y que analizaremos uno a uno.

Si hacemos zoom sobre la primera fase del gráfico anterior encontramos la siguiente figura:

En la imagen anterior, vemos como entre mayo de 2007 y enero de 2008, el DAX generó una figura distributiva. Estas figuras aparecen al final de estructuras alcistas, en este caso, la burbuja financiera e inmobiliaria de los años anteriores.

En un proceso distributivo, el mercado acumula una gran cantidad de ventas durante un tiempo determinado generando un lateral. Algunos lo conocen como estructuras de Wyckoff, otros les dan diversos nombres como triple techo, hombro-cabeza-hombro o batmans. Más allá de lo acertado o ingenioso de estos nombres, lo que nos interesa para nuestro estudio es que nos encontramos en un proceso lateral en el que el precio marca un techo y un suelo. Dentro de estos límites, las ventas se van sumando hasta que llega un punto en el que la oferta desborda a la demanda y el precio cae. Antes de caer vemos que el precio generó dos dilataciones que, aunque parezcan pequeñas en el gráfico, juegan un papel crucial en el desarrollo de los acontecimientos futuros. En agosto de 2007 el precio dilato los mínimos. Más adelante veremos como esa dilatación ejerció como nivel relevante en el descalabro de los mercados. Luego, en Diciembre de 2007, el precio dilató máximos.  Esta dilatación fue el arranque de las caídas. El inicio de la crisis en sí. La crisis inició con uno de los gestos más comunes del precio, un gesto que hace decenas de veces a la semana: la dilatación de un nivel en un sentido para adquirir momentum en el sentido opuesto. Esto nos lleva a la siguiente fase, la gran caída de los mercados que vemos representada por una flecha roja a continuación:

Esta caída fue vivida por cientos de miles (sino millones) de personas como un período de caos. Sin embargo, si analizamos los movimientos del precio, veremos que éste siguió unos patrones muy bien definidos. Unos patrones inciertos, pero no caóticos. Es decir, que se basan en la probabilidad y no en la certeza, pero que tienen un cierto orden.

Existen muchas escuelas de análisis de mercado. En mi caso, me he formado en la escuela de las ondas de Elliott y de la arquitectura del precio. Ésta se caracteriza por medir proporcionalidades del mercado en sus correcciones y sus proyecciones. Estas proporcionalidades generan ondas y nosotros, los traders, podemos utilizarlas para saber en que punto del desarrollo del precio nos encontramos. Esto lo utilizamos día a día para operar y obtener una rentabilidad de los mercados. En este caso lo utilizaremos para dar un sentido a las caídas de los mercados y escribir una historia del precio en este periodo.

Sin animo de adentrarnos en la teoría de Elliott, permitidme que mencione unas pautas para que, aquellos que no conozcan la teoría sepan un poco de que estamos hablando. La estructura de Elliot se compone de cinco ondas. Estas ondas se dividen en impulsivas (las que van a favor de la tendencia) y correctivas (cuando van en contra de la tendencia de fondo). De este modo, las ondas 1 y 2 configuran lo que conocemos como módulo de arranque. En este módulo, el precio inicia la tendencia con un primer intento de desplazamiento y su corrección o test. Esto da lugar a la onda 3 que es conocida como la onda impulsiva puesto que desplaza al precio desde una zona de niveles hasta otra. Tras el desplazamiento, la onda 4 corrige a onda 3 y testea un posible impulso a favor de tendencia. Si el test resulta positivo, se genera la onda 5 que no es más que una proyección de onda 4.

¿Mucho lío? ¿Muy complicado? Lo mejor será ver todo esto sobre el papel

Las caídas iniciaron con tres señales de fortaleza tendencial importantes. En primer lugar, la dilatación de máximos que comentamos más arriba que, como dijimos, marca una carga de inercia o momentum para lo que vendrá después. En segundo lugar, el hecho de que la rotura del mínimo de la zona distributiva se produzca con un gap indica que el precio paso tan bruscamente por esa zona que no llegó a quedar registrado en el gráfico. En los mercados de acciones y futuros estos gaps en la rotura se utilizan para arrollar la oferta o la demanda flotante que pueda haber en un nivel. En este caso, el hecho de que aparezca el gap nos da pie a pensar que la caída será fuerte. Seguidamente, la vela de continuación es lo que conocemos como vela arrolladora. Estas velas presentan un rango claramente superior a la media (son más grandes que las otras) y casi no dejan mechas. Son velas que marcan intención del precio. En este caso, nos confirman la fuerza de las caídas.

Con todo esto se genera la primera onda de la estructura de Elliott. Obviamente, en tiempo real es difícil de ver si se trata o no de onda 1. Debemos tener muy presente que siempre, siempre es más sencillo analizar gráficos a toro pasado que operar en tiempo real. Sin embargo, sabemos en tiempo real que, tras una posible onda 1, si vemos una corrección de la misma en forma de onda 2, podemos encontrarnos frente a un módulo de arranque (onda 1 + onda 2) y eso es lo que hizo el precio entre febrero y mayo de 2008.

En este periodo el precio generó una pauta correctiva muy común conocida como ABC. Para ser más precisos, nos encontramos frente a un ABC irregular discontinuo ya que B supera a A y C supera a B, pero esto quizás no sea de tanta relevancia. Lo que si es relevante, es que la pauta correctiva viene a testear el nivel relevante que nos dejó el precio en la dilatación de agosto de 2007. Antes vimos como el precio asomó la cabeza por debajo de los mínimos de la estructura distributiva pero envolvió rápidamente confirmando el lateral en el que se encontraba. Esto nos dejo un nivel clave que comentamos más arriba.

Este tipo de niveles ejerce de pivote, cumplen a la vez las funciones de imán y de repulsivo del precio. En este caso lo hizo a la perfección, el precio vino a testear el nivel para confirmar que la caída había sido válida.

Si en ese nivel hubiesen aparecido compras, el precio hubiese seguido la senda alcista y todo esto hubiese quedado en una corrección a los mercados para que éstos siguieran subiendo. Sin embargo esto no fue así. Cuando el precio llego al nivel de pivotaje no apareció demanda. La única dirección que podían tomar los mercados era la bajista y así lo hicieron. Además con mucha fuerza, generando la gran onda impulsiva, onda 3.

Tras el testeo del ABC al nivel relevante, vemos que la onda 3 empieza con un primer tramo bajista que también es testeado. Este testeo se realiza en el nivel mágico que representa el Fibonacci 61.8% y confirma el inicio de la gran caída. Decimos que este nivel es mágico porque vemos que el mercado lo testea constantemente, en todos los activos y en todas las temporalidades.

El siguiente paso para generar una onda 3 es que ésta supere el 161,8% del módulo de arranque. En el gráfico vemos ese nivel señalado por un recuadro azul. El precio supero sin problemas el nivel a batir. Eso si, tras superar el nivel, volvió a corregir. Lo vemos en el siguiente gráfico.

La onda 4 se genera sin problemas, como vemos tantas veces en los mercados. Vemos que se presenta en forma de ABC con C retraída. Esto significa que la onda C no llega a tocar ni superar el máximo de onda A. Esto es un típico indicio de fuerza tendencial.

Esa fuerza tendencial se refleja en la estructura de impulso - retroceso - impulso que vemos en el gráfico. Estas estructuras, más que comunes, se componen de un primer impulso, su corrección (típicamente en ABC) y un segundo impulso proporcional al primero. Esta estructura la  realizó el DAX enero y marzo de 2009 y lo hizo, como decimos en el trading: de libro. Con esta estructura, ya tenemos nuestra onda 5 que vemos en el gráfico siguiente:

Hemos llegado así al final de onda 5. El final de la estructura. Demos ahora un paso atrás y veamos como queda acotada la caída del mercado alemán entre 2008 y 2009.

Cuando tomamos perspectiva, vemos que, pese al caos mediático, financiero y hasta social que se vivió en esos meses, la caída de los mercados fue ordenada. La caída conformó una estructura de Elliott respetando todos sus patrones y normas.

Ya sabemos que la caída, lejos de ser caótica, fue muy técnica. Veamos que sucedió entre los años 2009 y 2011 en los que vivimos una primera recuperación y una recaída que pareció ser incluso más fuerte que el primer azote de la crisis.

En el punto más agudo de la crisis, en el momento más difícil para el mundo financiero, el precio realizó una figura de agotamiento. ¡Ojo! Cuando decimos agotamiento, no queremos decir que el precio vaya a bajar. Este agotamiento hace referencia a la bajada: se desgasta la fuerza bajista y por tanto podemos ver nuevos tramos alcistas. La figura en cuestión es un Hombro-Cabeza-Hombro (HCH) de los de toda la vida. La cabeza se formó el 9 de marzo de 2009 que fue el punto más bajo del precio. El segundo hombro generó el primer mínimo creciente también conocido como módulo de arranque.

El elemento más importante de esta figura es la zona clavicular. Esta zona supone el nivel que resiste a todo el proceso de acumulación que se da durante el HCH. Cada día vemos este tipo de formaciones y el comportamiento normal del mercado suele ser perforar y testear esta zona clavicular para confirmar nuevos tramos alcistas.

Vemos que lo que acabamos de comentar se cumplió. En las semanas consecutivas al HCH, los mercados experimentan una primera recuperación de las caídas como nos muestra el gráfico. Esta recuperación podría ser engañosa, podríamos estar frente a una subida del precio a la deriva que constituyese una corrección a la espera de nuevas caídas.

Este era el temor general y en 2011 parecía que la pesadilla se hacía realidad. Nuevas caídas en las bolsas, el caos se apoderó de los medios de comunicación cuando hablaban de finanzas. En el gráfico vemos que, de hecho, el precio cayó con mucha violencia, más incluso que en muchos tramos iniciales de la crisis. Sin embargo, estas caídas se detuvieron en la zona clavicular del HCH. Esto no es casualidad. Lo que pareció ser una nueva crisis, acabó siendo un test al nivel clave del mercado. Un nivel de pivotage en el cual se decide si el precio sigue cayendo o, por lo contrario, nos encarrilamos hacia una recuperación total de la crisis.

Ahora vemos que el test dio "positivo" y por tanto el precio siguió la senda alcista. La crisis terminaba y los mercados volvían a sus valores nteriores. De hecho, en el gráfico, vemos que la caída en cinco ondas de la crisis queda empequeñecida frente a una recuperación sólida y de gran magnitud.

Hemos visto como se desarrolló cada parte de la crisis y como éstas respondieron a la perfección a patrones técnicos. ¿Como queda el mapa ahora? ¿Como queda el libro de historia financiera que son los gráficos tras todo esto? Veámoslo a continuación:

Volviendo al inicio de este artículo, los gráficos escriben en tiempo real la historia financiera de nuestros tiempos y dejan un registro que puede leerse años después. Un registro del que podemos aprender mucho. Seguramente, en tiempo real es muy difícil ver ciertos patrones. Analizar mercados y operar son dos actividades completamente diferentes. Operar en tiempo real y gestionar capitales es miles de veces más complicado que analizar un gráfico a toro pasado. Sin embargo, el ejercicio que acabamos de hacer tiene mucho valor ya que podemos hacernos una idea de que esperar la próxima vez que nos encontremos frente a una crisis financiera.

Como traders y gestores de capitales, buscamos patrones de movimiento del precio. Dentro del aparente caos de los mercados, los traders buscamos una cierta regularidad, la que nos aporta la ventaja estadística y nos hace crecer nuestros bolsillos. Frente a situaciones anómalas o caóticas, preferimos mantenernos al margen y no arriesgar tontamente nuestro capital. La crisis financiera pareció para muchos una de estas situaciones, caótica, única y excepcional. Tras leer el gráfico vemos que no fue así. Al contrario, los patrones se respetaron rigurosamente. No deja de sorprenderme como la gran masa de gente, formada de individuos que se creen únicos, piensa siempre de la misma manera. Como todos creemos que experimentamos una batalla interna entre la euforia, la codicia y el miedo que es única, pero si nos juntamos en un número lo suficientemente grande, siempre tendemos a actuar de la misma forma, repitiendo los mismos patrones.

Sabiendo esto, cuando nos encontremos frente a una situación similar, podremos tener los ojos bien abiertos y, en medio del aparente caos, evitar caer en las emociones que mueven al rebaño para mantenernos al margen, buscar patrones y operar correctamente.

Axel Forreiter

@axel7g

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