Uno de cada tres hogares ha bajado el rendimiento escolar

Enviado por Pedro García el Vie, 12/06/2020 - 08:10

Obtener datos ante una situación como la pandemia por coronavirus, permite tener un mapa de la situación real y conocer necesidades de la población, para ofrecer seguidamente, soluciones.

El estudio 'La crisis de la Covid-19. El primer impacto en las familias acompañadas por Cáritas', indica que: "Los estudiantes han tenido dificultades para seguir el ritmo docente desde casa, tanto por carecer de dispositivos electrónicos y/o conexión a Internet, como por dificultades personales".

Sin conexión y sin habilidades para un buen desempeño en Internet

En dicho estudio queda reflejada la persistencia de la brecha digital: más de 200.000 personas que residen en el 14% de los hogares acompañados por Cáritas no cuentan con conexión a Internet y cerca de la mitad (46%) no tiene habilidades para realizar trámites administrativos por esta vía.

"Esta brecha digital ha alcanzado un impacto excepcional durante esta crisis, en la que el seguimiento escolar y los trámites con la Administración y otras instituciones (solicitud de ayudas, búsqueda de empleo) han requerido la disponibilidad y la habilidad de la interacción digital", subraya Cáritas.

"Como consecuencia de ello, tres de cada diez hogares afirman haber perdido oportunidades de empleo y formación. Y una cuarta parte no ha podido acceder a determinadas ayudas de la Administración por el mismo motivo", recalca Cáritas.

La citada investigación de Cáritas constata el impacto social de la crisis del coronavirus en las personas que acompaña, pues en la población que atiende la tasa de desempleo ha aumentado 20 puntos, ocho veces más que en el resto de trabajadores, y que unas 450.000 personas que viven en hogares apoyados por Cáritas no ingresan ni un solo euro.

El estudio recabó datos en encuestas telefónicas en el mes de mayo en 600 entrevistas realizadas en otros tantos hogares de las 17 Comunidades Autónomas que han sido acompañados por Cáritas en el último año.

"Este estudio desvela que, una vez más, esta nueva crisis no está siendo igual para todos y son los más frágiles quienes ven cómo más rápidamente y más intensamente empeoran sus condiciones de vida, o, en la mayoría de los casos, se hunden, al perder el empleo y los exiguos ingresos disponibles", denuncia la organización.

64 familias alojadas en recursos residenciales

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado la renovación de un convenio con Cáritas para la realización de un servicio de atención a familias vulnerables en recursos residenciales dirigido a 64 familias con hijos, carentes de recursos personales y económicos suficientes para su integración social.

El servicio, impulsado por el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social y gestionado por Cáritas Diocesana, tiene como objetivo favorecer la recuperación de las familias, en su mayoría monoparentales, a través de un alojamiento transitorio con apoyo social.

Intervención individual  en las familias

Los alojamientos se organizan en dos modalidades atendiendo al tiempo de estancia de las familias, con plazas de media o larga estancia con capacidad para 49 familias y una duración de 24 meses y plazas de breve estancia para 15 familias durante seis meses.

De esta manera, los recursos se centran en la intervención individual de cada familia mediante atenciones continuas relacionadas con las áreas de familia, salud, ocio, laboral, economía, formación, jurídica, vivienda y desarrollo personal, combinadas con actividades grupales de ocio o de mejora de las habilidades personales, entre otras.

En 2019, el servicio de larga estancia de primer nivel, destinado a familias monoparentales con hijos menores de 16 años que se encuentran en el inicio del proceso de intervención, atendió a 20 familias con un total de 66 personas (20 personas adultas y 46 menores), mientras que los recursos de larga estancia de segundo nivel, orientados a consolidar la fase final del tratamiento social de los usuarios, recibieron en total a 39 familias (66 adultos y 81 menores). Por su parte, los alojamientos de breve estancia atendieron a 11 familias, en su mayoría monoparentales, y 24 menores con edades comprendidas entre los siete y los diez años.

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