Los animales salvajes son eso, animales salvajes y protegidos, pero parece que hay gente a la que le gusta coleccionarlos a pesar de la crisis climática y de especies que vive el planeta.
Islandia, uno de los tres últimos países que aún caza ballenas con fines comerciales, prevé poner fin a esta actividad a partir de 2024, ante una demanda en fuerte caída.
La zona del Guadalquivir, más concretamente el parque de Doñana, ha comenzado a sufrir una sequía imparable. La actividad humana, como la caza de aves acuáticas, ha hecho estragos en el medio ambiente y en el hábitat.
El control de las especies cinegéticas se basa en la modificación de las vedas de caza para evitar que dichos animales se conviertan en plagas letales para las cosechas.