
Lectura fácil
A aproximadamente 3 kilómetros de Castrojeriz, en Burgos, se localiza un monumento medieval que tuvo gran importancia en el Camino de Santiago: el Convento de San Antón. Construido en el siglo XV, hoy se encuentra en estado ruinoso, pero fue muy conocido porque los peregrinos que sufrían el llamado “fuego de San Antón” acudían allí para recibir tratamiento y curación.
El Convento de San Antón, un monumento con estilo gótico y gran valor histórico
Las ruinas góticas del Convento de San Antón corresponden a un antiguo convento construido en el siglo XIV por la orden francesa de los Antonianos. Más tarde, el rey Alfonso VII les otorgó el permiso para fundar un hospital que con el tiempo se convirtió en una imponente iglesia con un amplio pórtico.
La iglesia original tenía planta de cruz latina, con una sola nave dividida en dos tramos, rematada por un gran ábside poligonal y un crucero con dos capillas también poligonales. Lo único que ha llegado hasta hoy son los muros del ábside central, que cuentan con dos niveles de ventanas apuntadas, sostenidas por robustos contrafuertes exteriores. Estas características muestran influencias del monasterio de Las Huelgas en Burgos y de la sede francesa de la Orden Antoniana en Isère Además, bajo el pórtico del Convento de San Antón, que envuelve el paso del Camino de Santiago, se abre una puerta monumental decorada con seis arquivoltas, escudos reales y numerosas figuras muy desgastadas por el tiempo.
Actualmente, el Convento de San Antón continúa activo y es gestionado por el jacobeo Ovidio Campo. Desde este punto, los peregrinos aún tienen cerca de 450 kilómetros para llegar a la esperada meta de Santiago de Compostela.
El prodigio del ‘fuego de San Antón’
El ‘fuego de San Antón’, también conocido como ‘fuego sagrado’, era una enfermedad similar a la lepra que afectaba a las extremidades de las personas en la Europa del norte durante la Edad Media. La única “cura” conocida para esta dolencia era realizar una peregrinación hasta Santiago de Compostela. Al regresar, los peregrinos se encontraban completamente recuperados y expresaban su profunda gratitud por la supuesta curación milagrosa.
Sin embargo, en realidad, el ‘fuego de San Antón’ era un tipo de ergotismo gangrenoso causado por el consumo prolongado de pan de centeno contaminado con un hongo llamado cornezuelo, común en los países del norte de Europa. Los enfermos mejoraban porque, durante los meses que duraba la peregrinación, dejaban de comer ese pan contaminado y consumían pan de trigo no afectado.
¿Cómo llegar al Convento de San Antón?
La forma más sencilla de llegar en coche a este monumento medieval religioso es primero llegar a Burgos. Desde allí, toma la Autovía del Camino de Santiago (A-231) y sal en la salida de Olmillos de Sasamón, dirigiéndote hacia Iglesias. Luego, después de pasar Villandiego, deberás tomar un desvío hacia Castrojeriz. Continuando por Castellanos de Castro y Hontanas, llegarás finalmente a las ruinas del Convento de San Antón.
Añadir nuevo comentario