La mejor forma para reforestar o recuperar ecosistemas tras los incendios forestales, también requiere de una evaluación previa y solo intervenir si es necesario.
Un reciente informe afirma que proteger a las abejas y otros insectos polinizadores, no solo es beneficioso para los ecosistemas, sino también para el mercado laboral.
Un estudio concluye que los bosques boscosos primarios, que carecen de actividad humana visible y alteraciones ecológicas, son más resistentes a las sequías que los bosques secundarios.
Un estudio internacional en el que participaron investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) analizó la influencia de las corrientes oceánicas en la diversidad de los bosques de manglares.