Tras el primer confinamiento y el parón de la Educación, la vuelta al cole ha sido difícil para todos los alumnos, pero más si cabe para aquellos que ya tenían dificultades antes de que llegara la pandemia: los alumnos con necesidades educativas especiales y con necesidades específicas con apoyo educativo.
Los centros de educación especial deben de seguir funcionando
La educación especial vive un momento difícil tras la vuelta al colegio de más de 38.684 alumnos de 470 centros en mitad de la pandemia de coronavirus, pero muy necesario para todos los niños con necesidades especiales.
Los alumnos de estos centros ha venido de meses alejados de la enseñanza ya que muchos colegios no han contado con los recursos necesarios para enseñar a distancia, una realidad que se une a la imposibilidad de los alumnos de seguir las clases de manera online.
Los centros en tiempos de pandemia
Los alumnos han vuelto con un cierto estancamiento tras meses lejos de las aulas pero con la necesidad de continuar la enseñanza presencial, la cual reivindican familiares y docentes. En esta difícil situación, los familiares siguen reclamando las medidas necesarias para que sus hijos no pierdan su derecho a la educación.
La educación inclusiva vela por la integración de los alumnos con necesidades diferentes y esto implica que la mayoría de este alumnado –exceptuando los casos más críticos– tienen que ir a la escuela ordinaria.
El protocolo autonómico que se aplica a los centros
Las comunidades autónomas publicaron un protocolo para los centros educativos de su región. Unas directrices que cada colegio ha tenido que adaptar según sus realidades y establecer un plan de contingencia propio para frenar el avance de la Covid-19 en las aulas.
Los trabajadores de estos centros han subrayado que realmente todo ha sido un caos. Las normativas que se dieron en un primer momento se iban cambiando sobre la marcha y no permitían empezar a trabajar con los alumnos con seguridad ante el virus.
Actualmente, los profesionales vienen denunciando que a pesar de que un 3 % de los niños requiere de un modelo educativo adaptado a sus necesidades, la implantación de los grupos burbuja y la falta de normalidad generalizada en las aulas está comenzando a notarse.
Se han tenido que mantener a los grupos estables de convivencia
La dificultad más grande que han encontrado ha sido mantener a los grupos estables de convivencia, son pocos niños y es complicada, por ejemplo, la organización después del comedor, ya que cada grupo necesita un espacio diferente para el recreo.
Desde los centros se quejan de no contar con los recursos necesarios. Este alumnado necesita más ayuda y eso viene de la mano de más gastos y más personal, indiscutiblemente.
Los centros de educación especial añaden una dificultad más, no pueden utilizar el gel hidroalcohólico y frente a esto han tenido que aumentar la rutina del lavado de manos. Aunque la mayoría de los niños de educación especial son muy mecánicos y llevan muy bien las normas.