Más de cuatro millones de personas se han visto afectadas por un ERTE, al que han tenido que recurrir numerosas empresas para paliar los efectos económicos del coronavirus.
Las nuevas cepas "podrían condicionar cambios en la capacidad infectiva del virus y en su sensibilidad a la respuesta inmune inducida por las vacunas".
Algunos médicos llegan a ver hasta 100 pacientes al día. Entre marzo y septiembre las llamadas se incrementaron en más de un 400 % en algunos centros de salud.