El pueblo de Haití continúa entre conflictos vandálicos por la escasez de combustible, un problema que acecha cada vez más en el hambre de sus habitantes, sobre todo en los niños.
A las víctimas mortales se suman más de 10.000 heridos, la mayoría en el Departamento Sur. Muchas aldeas remotas siguen siendo inaccesibles, según Médicos Sin Fronteras.