Investigadores descubrieron en York (Inglaterra) el esqueleto de un gladiador romano con marcas de mordeduras de león, lo que representa la primera evidencia osteológica directa de un combate entre humano y gran felino en el Imperio romano.
Un grupo de investigadores de la Estación Biológica de Doñana ha descubierto que algunas aves migratorias nocturnas, como el chotacabras cuellirrojo, llegan a España con dedos amputados.