La amenaza del cambio climático, futuras pandemias o erupciones volcánicas de gran calado, podrían llevar finalmente a la humanidad al borde de la extinción. Un tema que se dejaba reservado a las películas de ciencia ficción, parece estar teniendo una implicación más real en la conciencia de las personas, ahí surge 'La Bóveda del Fin del Mundo', un proyecto afincado en Noruega para salvaguardar las 'semillas' de la civilización humana. La música será la nueva 'semilla' en ser incluida en este bunker apocalíptico.
El ser humano tiene en su interior la necesidad de preservar su historia. Gracias a esto, hemos podido lograr grandes descubrimientos como el papel, la imprenta, los disquetes o los más modernos servidores, capaces de almacenar gran cantidad de datos en espacios relativamente pequeños. Ahora la tecnología ha permitido dar un paso más en cuanto a materiales de soporte, habilitando el cuarzo como contenedor de música, para poder preservarla y protegerla durante siglos.
Nosotros no sobreviviremos, pero nuestra música sí
Nuestro legado es lo que permanece y merece la pena ser mantenido. Tan importante como nuestra historia política y social, también lo es la historia musical. La música es una de las más bellas expresiones artísticas, que sobrevive al paso de los años y que es capaz de impactar a diferentes generaciones. Sin lugar a dudas, es algo que merece la pena resguardar y proteger, de cualquier catástrofe mundial.
Así también lo han considerado desde el gigante tecnológico Microsoft, quienes se han unido a apoyar el proyecto 'Global Music Vaul' (Bóveda mundial de música), cuyo objetivo es el de preservar las piezas musicales más importantes de la humanidad, de posibles catástrofes y del deterioro del tiempo. Al igual que nosotros, todo en el universo tiene periodos de vida, solo que algunos son más duraderos que otros.
Un bunker de cuarzo
Con el avance de las nuevas tecnologías, cada vez somos capaces de desarrollar materiales más resistentes al paso del tiempo, las condiciones climatológicas y el deterioro. Es el caso del cuarzo y la tecnología del láser de femtosegundo, un proceso que permite grabar información a nano escala y que puede ser reproducida utilizando luz polarizada. Esto es lo que utilizarán para almacenar la música más representativa a nivel global, que posteriormente se guardará en la 'Bodega del Fin del Mundo', en la isla de Spitsbergen, en Noruega, considerada como el lugar más seguro del planeta.
La música será otra 'semilla' más que la humanidad dejará a buen recaudo. Este proyecto se ha puesto ya en marcha, pero no será hasta el año que viene cuando tengan todo preparado y empiecen a añadir piezas musicales como la Biblioteca musical de Alexander Turbull de Nueva Zelanda, la Biblioteca Internacional de Música Africana o las canciones del Polar Music Prize de Suecia. Un legado que nos sobrevivirá para germinar en las nuevas sociedad humanas que pueblen la tierra cuando ya no estemos.