El Gobierno Británico también se suma a la prohibición de los collares de descarga eléctrica para perros

Enviado por Sharon Arispe el Vie, 19/05/2023 - 12:16

A todos los que hemos tenido, o tenemos, perros o cualquier otro tipo de compañero peludo, puede llegar a resultarnos extraño que haya quienes busquen maltratarlos. Su bondad, su forma de dar cariño, su lealtad, les ha valido para que sean considerador como 'el mejor amigo del hombre'. Sin embargo, no todas las personas tratan con el mismo cariño y respeto a sus animales y esto acaba generando problemas que importan a nivel social.

Tanto es así, que países como el Reino Unido se unen a la estela en la que también está presente en España, para salvaguardar el bienestar animal. Hace pocos días, el Gobierno británico, aprobó una ley para prohibir al completo el uso de collares de descargas eléctricas con perros. Un paso importante en una normativa de protección animal, por la que muchas organizaciones y asociaciones animalistas llevan años trabajando y que entrará en vigor el próximo mes de febrero de 2024.

Proteger el bienestar de los perros

El trabajo por con seguir la aprobación de esta ley cumple más de una década bajo la campaña #BanShockCollars en la que han participado importantes entidades como The Kennel Club, uno de los más activos en esta lucha. Su director, Mark Beazly, compareció ante los medios comentando que esta prohibición "es un momento histórico para el bienestar animal y pondrá fin a la miseria y el sufrimiento de innumerables perros que siguen sujetos a estos crueles e innecesarios artificios".

A esto añade que "No hay excusa para usar estos dispositivos que causan daños físicos y psicológicos, especialmente dada la amplia gama de métodos de entrenamiento positivos disponibles". Y es que uno de los principales argumentos que iniciaron estos cambios en la legislación, no solo en el Reino Unido, sino en toda Europa, se basa precisamente en las alternativas para la educación y entrenamiento de perros, que no requieren de hacer uso de maltrato y que tienen una eficacia igual o mayor.

La ciencia avala otros métodos

De hecho, en 2022, momento en el que el debate sobre el uso de collares que generan descargas eléctricas, ahogamientos o cualquier tipo de maltrato a los perros, se encontraba en su momento más álgido, se presentó un estudio financiado por el Gobierno del Reino Unido. Esta investigación llevada a cabo por la Universidad de Lincoln dio claros de que el uso de este tipo de collares no solo era menos efectivo, sino que generaba un aumento en el estrés y la ansiedad del animal.

Esto acababa provocando un efecto contrario al deseado, ya que generaba más desconfianza hacia los humanos y acababa modificando el comportamiento del perro de forma generalizada, reduciendo su capacidad para la interacción social, tanto para con otros animales como con los seres humanos, una clara desventaja frente a otras técnicas, afortunadamente cada vez más extendidas para el entrenamiento y la educación de los perros, como es el caso del refuerzo positivo.

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