El apoyo humanitario en Sudán es crucial para evitar el daño a la infancia y la falta de acceso a servicios médicos y/o psicológicos, así como el acompañamiento por la pérdida o búsqueda de familiares supervivientes.
El descubrimiento de las minas de oro de Sudán del Sur y su reciente incremento en las exportaciones, ponen el país al borde de una guerra civil que solo sería un añadido más a la importante crisis que vive el país.
La ONG lamenta que al Programa Mundial de Alimentos no le ha quedado más remedio que suspender la asistencia alimentaria a 106.000 personas desplazadas en algunas partes del país.
Sudán del Sur, Pibor y sus alrededores están ya en la fase 5 de la magnitud de inseguridad alimentaria aguda, denominada “probable hambruna”, según el último análisis de la CIF.