Las cifras son preocupantes. La atención a la salud mental debe ser una prioridad en la agenda pública, a fin de garantizar una sociedad más saludable y justa para todas las personas.
El acoso tiene que erradicarse de todos los ámbitos, pero aún más del ámbito escolar, pues es ahí donde se van formando los jóvenes y dónde hay que trasmitir valores como el respeto.