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La Comisión de Políticas Integrales para la Discapacidad del Congreso de los Diputados ha dado un paso importante para mejorar la calidad de vida de las personas con autismo. Hace una semana, se aprobó una proposición no de ley que insta al Gobierno a desarrollar y regular la figura de la asistencia personal, tomando en cuenta las necesidades específicas de este colectivo, y yendo más allá de lo meramente físico.
La iniciativa, presentada por el grupo Parlamentario Sumar, es resultado del trabajo constante de Autismo España, que lleva tiempo demandando esta regulación. La propuesta fue respaldada con 15 votos a favor, mientras que 14 se abstuvieron y 3 votaron en contra.
Necesidad de un enfoque integral
En la defensa de esta proposición, la portavoz de Sumar, Engracia Rivera, subrayó que la iniciativa busca “impulsar y reforzar los servicios y prestaciones orientados a promover la autonomía personal y la vida independiente en comunidad” de las personas con autismo.
Este esfuerzo se enmarca dentro de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a la Dependencia, que, según Rivera, ha puesto un énfasis desproporcionado en la atención a personas en situación de dependencia, descuidando la promoción de la autonomía personal. Afirmó que la asistencia personal es “la prestación que más facilita la inclusión en la comunidad”, pero que actualmente está “muy poco desarrollada”.
La diputada también hizo hincapié en que, a menudo, el diseño de los servicios de asistencia se ha centrado en las discapacidades físicas, mientras que las discapacidades cognitivas y del desarrollo han quedado en un segundo plano. Actualmente, son pocas las personas con autismo que residen en centros especializados. Muchos viven con sus familias y, para facilitar su autonomía y prepararlos para el futuro, es necesario proporcionarles el apoyo adecuado, tanto para su proceso de envejecimiento como para el de sus familiares.
La situación actual de la Asistencia Personal
La situación de la asistencia personal para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) es alarmante. La diputada Olvido de la Rosa, del PSOE, destacó que solo el 0,5 % de las personas con TEA cuentan con un asistente personal, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de desplegar esta figura en el sistema de atención. Además, solo el 28 % de las personas con TEA tiene reconocida la dependencia, y de ellas, únicamente 55 han recibido la concesión de un asistente personal.
En el marco de esta discusión, el Partido Popular presentó una enmienda que exigía que el Estado asumiera el 50 % de la financiación para el Sistema de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia, un requerimiento que no fue aceptado por Sumar. El diputado Agustín Parra advirtió que, sin esta financiación, las comunidades se verían desbordadas, con listas de espera que, en algunos casos, pueden superar los tres años. Esta situación subraya la urgencia de establecer un sistema efectivo que garantice la asistencia personal necesaria para las personas con autismo.
Avances y retos en la estrategia española en TEA
La Comisión también aprobó una proposición del PP que pedía el despliegue efectivo del Plan de Acción de la Estrategia Española en TEA, cuya vigencia abarca desde 2023 hasta 2027. La diputada Violante Tomás señaló que el Gobierno aún no ha comenzado a desarrollar este programa, mientras que desde PSOE y Sumar aseguraron que ya se están llevando a cabo acciones al respecto.
A pesar de las diferencias políticas, el compromiso con las familias que tienen a su cargo personas con autismo parece ser un punto en común entre varios grupos. La diputada Blanca Armario, de Vox, resaltó que su partido está comprometido con todas las familias, especialmente aquellas que necesitan el apoyo de las instituciones. Aunque su enmienda para establecer un plazo máximo de seis meses para la evaluación del plan fue rechazada, su voto a favor de la iniciativa demuestra un esfuerzo por colaborar en la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo.
La reciente aprobación de la proposición no de ley en el Congreso es un paso significativo hacia el reconocimiento y la regulación de la asistencia personal para personas con autismo, abriendo la puerta a un enfoque más integral y humanizado en su atención y apoyo.
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